El anestesista Enrique Bárez, nuevo gerente de la OSI Araba

Quienes le conocen dicen de él que es un hombre «conciliador», lo que deberá hacer valer ahora a la hora de tomar decisiones que afectarán a los 4.200 profesionales que tiene en plantilla la OSI Araba y a los miles de pacientes de Álava y del Alto Deba que acuden cada día sus centros sanitarios. El primero de sus retos será el de designar a las personas que le acompañarán en un equipo directivo que en apenas unas semanas se ha quedado sin responsable de integración sanitaria, de recursos humanos y de enfermería.

Estos cambios obedecen a la reorganización emprendida por el consejero de Salud, Alberto Martínez (también anestesista), con el reto de que la sanidad pública vasca recupere el prestigio perdido. Así pues, le va a tocar organizar a los equipos de Atención Primaria para lograr ese objetivo de que los médicos de familia y pediatras atiendan presencialmente a los pacientes antes de 48 horas en un contexto de falta de profesionales en estas especialidades y con una abultada cifra de jubilaciones a la vista.

Y no es el único déficit de personal al que deberá hacer frente. En la OSI Araba es acuciante la falta de radiólogos, médicos de Urgencias y traumatólogos. El trabajo en red es, por el momento, una de las principales alternativas.

El nuevo director gerente asume más retos. Tras la apertura al 100% del edificio de servicios centrales del HUA Txagorritxu que concentra Urgencias, quirófanos y UCIs y que conllevó el traslado de numerosos servicios desde Santiago al complejo sanitario de José Achótegui, ahora llega la segunda gran ampliación. Además le tocará poner en marcha la nueva unidad de hemodiálisis de Santiago y reorganizar este centro para especializarlo más en el tratamiento del paciente crónico o pluripatológico.