Amanece de fiesta en un bar de Vitoria y le identifican por exhibicionismo en la Virgen Blanca

Poco después, la mayoría plegó velas. Se supone que para recargar pilas para el Chupinazo. Cuatro de sus clientes, sin embargo, se movieron hasta una terraza en la calle Postas. Tres apuraron sus consumiciones, mientras que un cuarto, claramente bajo los efectos de alguna sustancia, se colocó en medio de la acera.

Al menos en tres ocasiones se acercó a paseantes, dos hombres de avanzada edad y otro de unos cuarenta. Con todos ellos repitió la misma maniobra. Se pegó a ellos, les hizo alguna pregunta y acto seguido se subió la camiseta para mostrarles sus partes íntimas. Ante lo que los peatones aceleraban el paso. Por sus risas parecía que se lo tomaba como una broma.

Hasta que cinco agentes locales se presentaron en el lugar tras la llamada de un ciudadano. Fue identificado. Ante la falta de afectados –todos habían seguido sus caminos–, la disculpa del joven y su promesa de recogerse, le dejaron marchar. Ya no volvió a vérsele en toda la mañana por el lugar. En el 092 y el 112 tampoco se recibieron más llamadas de alerta.

Mientras esto ocurría en el centro de la capital del País Vasco, en el Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz no daban abasto con los detenidos. Seis pasaron por el juzgado de guardia. Todos ellos por presuntos delitos relacionados con la violencia de género cometidos entre el día 3 y la madrugada de ayer, domingo.

La media docena de investigados salió a lo largo de la jornada del Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria con cargos. Y alguno con una orden de alejamiento de sus exparejas sentimentales. El caso más grave, no obstante, tuvo lugar el día anterior. Una menor de 14 años denunció a su pareja, de 15.