El alcalde de Vitoria al que le gustaban los halcones
Pero López de Ayala, Canciller de Castilla y primer edil de la capital alavesa, escribió el mejor manual de cetrería de la Edad Media
Ahora que Malta ha dejado de ser solo aquel país pequeño al que la selección española le metió 12 goles a 1, para convertirse en ... un referente histórico para Vitoria, porque fue aquí cuando en enero de 1524 el rey Carlos I cedió la isla mediterránea a la orden del mismo nombre a cambio de un halcón cada año, resulta que la cetrería, la utilización de algunas rapaces para cazar, nos es más que familiar.
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En 1374, uno de los grandes personajes de la historia alavesa, Pero o Pedro López de Ayala, más conocido como el Canciller Ayala, es nombrado alcalde mayor, juez y merino de la entonces villa de Vitoria. Aunque la nominación responde a los intereses de la corona de Castilla, concretamente de Enrique II, para consolidar los recién restituidos territorios que habían pasado a manos de Navarra durante un tiempo a causa de la guerra civil, no se descarta que fuera el propio canciller quien se ofreciera para tal cargo. Pedro López de Ayala (Vitoria 1331-Calahorra 1407) presumía de que su padre Fernán Pérez fuera uno de los artífices de la entrega de Álava a la Corona en 1332, en el conocido como pacto de Arriaga o Voluntaria Entrega.
Voy a eludir su intensa biografía, sobre la que ya hemos narrado en Historias Perdidas un capítulo titulado 'El cautivo de Óbidos', acerca de uno de sus períodos en prisión (fue también encarcelado por los ingleses) para presentar a nuestro ilustre paisano cuando escribe un libro que va a ser determinante en la historia de la cetrería o el arte de cazar con aves, especialmente halcones. De este volumen titulado 'El libro de la Caza de las aves' se dice que es el tratado de cetrería en lengua castellana más influyente y difundido: baste como indicio que, siendo en gran parte producto de la traducción de un original portugués, fue a su vez retraducido a dicha lengua en dos ocasiones en los siglos XVI y XVII. Curiosamente no aparece ninguna impresión del libro de Ayala anterior a la edición publicada en Madrid en 1869 por Emilio Lafuente Alcántara y Pascual de Gayangos a expensas de la Sociedad de Bibliófilos Españoles.
López de Ayala escribió el libro de las aves (también conocido por De Cetrería) durante los meses que permaneció preso en Óbidos (Portugal), entre 1385 y 1387, tras la derrota de Aljubarrota que rompió los sueños castellanos de anexionarse Portugal. Según el relato del profesor de la UPV Carlos Mota Placencia, se trata de un «bello tratado, bien estructurado, sobre distintos tipos de aves rapaces y sus aptitudes para la caza. En él reúne amplia información sobre sus denominaciones, orígenes geográficos, movimientos migratorios (también se ocupa de otras especies de aves), instrumentos y métodos para su entrenamiento, síntomas de las principales enfermedades que padecen, remedios, y medicamentos que se les deben aplicar, etcétera. No es únicamente un tratado científico o técnico, pues, al hilo de estos puntos, Ayala recuerda numerosas anécdotas –normalmente venatorias- de carácter histórico o personal, de las que confiesa haber sido testigo (varias de ellas, por cierto, protagonizadas por el rey Pedro, gran aficionado a este deporte). Esto confiere al libro cierta dimensión narrativa y autobiográfica que potencia su incuestionable valor como testimonio de la vida cotidiana de la nobleza y sus actividades ociosas y formativas.»
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Conocimientos técnicos
Don Pedro exhibe en su tratado su dominio del arte de la cetrería y considerables conocimientos técnicos, pero la crítica ha mostrado que buena parte de la información que maneja (sobre todo, la veterinaria) procede del 'Livro de falcoaria' de Pero Menino, halconero del rey Fernando de Portugal, y que bastantes pasajes son simples traducciones o traducciones con amplificación de dicho libro. Ello no resulta sorprendente: tales trasvases de información fueron comunes en la Edad Media en este tipo de tratados que llegaron a constituir en todo el ámbito europeo una rica tradición, muy permeada por influencia oriental, pues entre los magnates árabes se contaron, y aún se cuentan hoy, algunos de los principales cultivadores y practicantes del arte.
En cuanto a la posteridad 'El libro de la caza de las aves' ha pervivido en veintisiete copias manuscritas de los siglos XVI y XVII (hay algunas más de época más tardía), tanto en bibliotecas españolas como foráneas, y ha sido siempre un libro buscado por bibliófilos, aficionados a los libros científicos, o, simplemente, a la caza como deporte.
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Sin duda, Pedro López de Ayala constituye la cumbre de la literatura medieval y es uno de las personas más relevantes de nuestra historia. Caballero embajador, diplomático, escritor en sus variantes de cronista, poeta y traductor, dejó una de las mayores herencias artístico-culturales del medioevo, uno de los grandes monumentos alaveses, el conjunto de Quejana.
Además es una figura muy atractiva. Es un noble perdedor que fue hecho prisionero en dos importantes batallas de su época, Nájera (1367) y Aljubarrota (1385). Por eso sufrió presidio y además su familia, sus amigos y hasta los monarcas tuvieron que poner mucho dinero para liberarlo, dado que como rehén valía como pocos. Pero lo más importante es que aprendió de estos reveses y los convirtió en una oportunidad. De hecho, su libro de la caza fue escrito cuando estaba entre rejas. Daba igual lo que escribiera ya fuera poesía (Rimado de Palacio) traducciones de autores latinos, la historia de la monarquía castellana o tratados magníficos de halcones y azores. Es un buen ejemplo de que si te dan una patada y vas al suelo, lo que se debe hacer es levantarse y continuar como si nada porque en la vida hay derrotas que se convierten en victorias si las transformas en una oportunidad.
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Reintroducción de halcones
En los Archivos Españoles de Cetrería, López de Ayala es el primer referente histórico y el autor que configuró las bases principales de este arte milenario, considerado por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2010. Para los cetreros, otro referente es Félix Rodríguez de la Fuente, que pasó un tiempo de su preparación académica en el colegio de los Corazonistas de Vitoria, donde se le recuerda con mucho cariño. El gran presentador del programa mítico de televisión 'El Hombre y la Tierra', reconoció que su pasión por la cetrería, que él impulsó de una manera soberbia, venía de las lecturas del libro de López de Ayala, obligadas para cualquiera que pretenda conocer los entresijos de esta forma milenaria de cazar y sobrevivir.
En el reciente libro, 'Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz', del Instituto Alavés de la Naturaleza (Autores: Brian Webster, Norber Fuente y Ana Isabel Díaz), se confirma que la presencia del halcón peregrino en la ciudad es «casi continua» pero aún no está confirmada su reproducción. Puede observarse en las grandes torres de los barrios nuevos de Vitoria-Gasteiz desde donde caza principalmente palomas domésticas. También acude a cazar a lugares cercanos como los humedales de Salburua.
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Ciudades hermanas como Pamplona y Burgos acaban de iniciar planes de reintroducción de halcones peregrinos para combatir la plaga de palomas y proteger los monumentos.
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