Álava reactiva su oposición a Garoña
El anuncio de Nuclenor, que reclamará licencia para que la central opere 17 años más, hace resurgir el sentimiento antinuclear de partidos, colectivos ecologistas y ciudadanos, que amainó tras la parada de Garoña en 2012
Sergio Carracedo
Jueves, 29 de mayo 2014, 03:52
Álava se prepara para desenrollar de nuevo las pancartas y retomar las movilizaciones antinucleares. Garoña, la nuclear más antigua del sistema eléctrico español, podría volver a ponerse en marcha, y no para un periodo corto de tiempo. De acuerdo a sus propietarios, la firma Nuclenor (participada por Endesa e Iberdrola), la instalación burgalesa puede cumplir los 60 años en funcionamiento sin achaques. Esta semana se ha conocido que el el consejo de administración ha pedido ya al Gobierno de Mariano Rajoy una ampliación de la licencia de actividad hasta el año 2031, es decir, para 17 años más. Garoña, parada desde diciembre de 2012, puede volver a generar electricidad y revive fantasmas antinucleares en Álava.
Publicidad
Partidos políticos, colectivos ecologistas y ciudadanos anónimos se han vuelto a posicionar en contra de la reapertura de la central atómica. Ruedas de prensa para mostrar el desacuerdo, recursos ante el Tribunal Supremo y la petición de amparo a la Unión Europea son algunas de las acciones que la solicitud ha desatado en los últimos días en Álava. Además, los colectivos antinucleares, como Araba Sin Garoña, no descartan nuevas movilizaciones.
Las reacciones no han sido pocas. El Gobierno vasco ha solicitado que no se autorice la reanudación de actividad a Garoña, posición opuesta a la que mantiene la Junta de Castilla y León, comunidad en la que está ubicada la central, aunque está cercana al País Vasco y a sólo 40 kilómetros de Vitoria y a 60 de Bilbao. Esta proximidad ha motivado que el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, haya afirmado que la central nuclear "ha cumplido ya su vida útil" y debe continuar cerrada por razones "de seguridad y de obsolescencia".
Lo cierto es que en Euskadi, todos los partidos, excepto el PP, han mostrado su oposición a la reapertura de Garoña. Una voz discordante entre los populares ha vuelto a ser el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, quien ha vuelto a mostrar su "oposición frontal" a esta posibilidad, como ya ha expresado en reiteradas ocasiones. El asunto no sólo le preocupa, ha dicho, sino que le "cabrea". Razones tiene, porque sus interpelaciones directas al ministro de Industria, José Manuel Soria, parecen hacer caído una tras otra en saco roto. La Diputación alavesa, como es habitual, es mucho más comedida en sus mensajes y se limita a confiar en el juicio del Gobierno y del CSN.
Amparo a la Comisión Europea
En la línea del Gobierno vasco, el portavoz económico del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, ha rechazado la posible reapertura de la central por considerarla "obsoleta" y, en su opinión, debe ser desmantelada "cuanto antes". Considera el anuncio una noticia "muy mala" y cree que responde a un "capricho" y "empeño" del Gobierno. El PNV en el Ayuntamiento de Vitoria, al igual que el colectivo Araba sin Garoña, ha propuesto este martes solicitar el amparo a la Comisión Europea ante la posible reapertura de la instalación atómica. Con esta propuesta, el grupo nacionalista quiere que los organismos comunitarios encargados de la política energética y la seguridad nuclear supervisen el proceso de concesión de licencia de apertura a la central burgalesa.
Publicidad
El PSE-EE, por su parte, quiere involucrar al Parlamento Vasco, donde ha registrado una iniciativa en contra de la ampliación con el fin de que la Cámara se pronuncie en junio contra la concesión de una nueva licencia de actividad para la central nuclear burgalesa.
Precisamente, las Juntas Generales de Álava han presentado un recurso contra el real decreto que posibilita la reapertura de la central y contempla "privilegios" fiscales a las empresas eléctricas "para lograr su continuidad", según ha informado el PSE. Dicho recurso ha sido aceptado a trámite por el Tribunal Supremo.
Publicidad
EH Bildu ha ido mucho más allá y ha anunciado que boicoteará a Endesa e Iberdrola si reabren Garoña. La medida la ejecutarán una docena de localidades y dos cuadrillas de Álava gobernadas por la coalición abertzale. En caso de una hipotética reapertura de la central las localidades de Llodio, Salvatierra, Aiara, Okondo, Aramaio, Legutio, Zigoitia, Zuia, Urkabustaiz, Asparrena, Barrundia y San Millán revisarán todos los contratos eléctricos con estas compañías y no volverán a contratar con ellas en el futuro, han anunciado. Además, han animado a todos los alcaldes y cargos públicos de Álava, así como a los vecinos del territorio a sumar fuerzas en esta dirección y revisar sus contratos eléctricos con las dos eléctricas.
«Graves problemas estructurales»
Las plataformas y colectivos ecologistas han reactivado en los últimos días toda su argumentación antinuclear y, más en concreto, contraria a la existencia de centrales de tanta antigüedad como Garoña, que se conectó a la red el dos de marzo de 1971. La plataforma antinuclear Araba sin Garoña manifestó que emprenderán acciones para intentar que la Unión Europea supervise el proceso de la posible reanudación de la actividad de la planta.
Publicidad
Su portavoz, Alberto Frías, se volvió a hacer eco de los «graves problemas estructurales que padece esta central de primera generación» y estimó que «las pruebas de esfuerzo que planteó la UE conllevaban una serie de medidas que no harían posible la reapertura de Garoña».
La posible reapertura también ha motivado que Ecologistas en Acción califique la solicitud de "delirante" y "equivocada" . Y Greenpeace asegura que España estaría tomando "un rumbo energético equivocado y liderando una etapa de riesgos desconocidos con una central nuclear cuyos diseños, materiales y garantías de estabilidad ya han sido sobrepasados". Critica que no se haya consultado a los ciudadanos, que serán "los que van a asumir los riesgos" y cree que "España quiere ser abanderada de la energía nuclear, en vez de abanderar la tecnologías de las energías renovables, en las que sí es pionera", ha concluido.
Publicidad
Además, el movimiento ecologista vasco Lurra ha propuesto a los consumidores y a las instituciones del País Vasco que cambien de suministrador eléctrico, en protesta por la petición de Nuclenor, y ha anunciado que presentará una queja ante la Unión Europea por esta solicitud. Lurra ha recordado que esta central es gemela de la japonesa Fukusima y denuncia que el planteamiento de Nuclenor es posible gracias al Gobierno central, al que ha acusado de "retorcer la legislación mediante sucesivos decretos de más que dudosa legalidad" e, incluso, "con indicios de prevaricación". Además, insiste en que "el futuro" de las personas que viven cerca de la central "está en juego".
Tres años parada
Nuclenor deberá, ahora, esperar a recibir el informe preceptivo del CSN, que según el ministro Soria "llevará varios meses, y probablemente no esté terminado hasta dentro de al menos un año". A este tiempo habrá que añadir el que necesite la central para adaptarse a los requisitos del CSN, por lo que se puede dar la circunstancia de que Garoña permanezca parada al menos tres años antes de su reapertura y tras el cese de la actividad en diciembre de 2012.
Noticia Patrocinada
Según los colectivos ecologistas, desde el punto de vista político, "es probable que el proceso de concesión de la licencia por parte del CSN se alargue hasta las próximas elecciones generales, y en caso de cambio de gobierno, la pretensión de Nuclenor se verá truncada", ha aventurado Castejón, investigador en fusión nuclear.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión