El Orfeón Mirandés se mete de lleno en el mundo de la zarzuela

Están acostumbrados a trabajar con sus voces y a encandilar al público con un sonido armónico y afinado, pero ahora el Orfeón Mirandés José de Valdivielso se enfrentará también al reto de interpretar y acompasar gestos, movimientos y música con la puesta en escena de 'La leyenda del Cristóbal'. Una zarzuela en la que llevan trabajando casi año y medio.

Es un género en el que no tienen experiencia. Ésta será la tercera vez en la historia del colectivo en la que se atrevan con una representación lírica y desde la anteriores ha pasado mucho tiempo ya. Hay que remontarse a 1954 ('Los claveles') y 1956 ('Manojo de rosas') en el Cinema. De ahí que el presidente del colectivo, Francisco Iruarrízaga, considere el proyecto como algo «muy ambicioso. Nunca antes el Orfeón ha hecho algo de esta envergadura, pero confiamos en que tanto los integrantes del grupo como el público en general vean sus expectativas colmadas».

Para ello, sobre el escenario se subirán hasta 82 personas, a las que hay que sumar seis instrumentistas que se encargarán de la música en directo. A Alberto Sáez Puente, director del colectivo, le hubiese gustado contar con una orquesta sinfónica que hiciera más redonda la representación, pero la imposibilidad de poder contar con un teatro con foso para los músicos, les ha obligado a adaptar las partituras de «una de las zarzuelas más complicadas de interpretar que existen. Dentro del género lírico es de las más difíciles. De hecho, apenas se representa en España».

No es lo único que se ha modificado para la ocasión. La obra original dura más de tres horas. Demasiado larga, así que el director teatral Javier Villegas se ha encargado de hacer una nueva versión, manteniendo el argumento original, escrito en 1924. Un romance frustrado entre un conde, que está celebrando una despedida de soltero, y una gitana, de la que cae prendado en el mismo instante en que la ve. «Una relación que no puede llevarse a término por las diferencias sociales de la época», relató Iruarrízaga.

Fue el director, Alberto Sáez Puente, el que puso sobre la mesa el libreto de «una obra que me gustaba y que quería montar con el Orfeón para hacer una serie de actuaciones». Nada más. Pero decidieron echar el resto y hacer «un concierto escenificado. Se nos presenta un gran reto musical, pero creo que va a ser de primera calidad gracias a todo el esfuerzo realizado».

Cantar y bailar

Y es que se han enfrentado a una dinámica de trabajo totalmente distinta a la habitual, en la que además de cantar hay que representar y, «lo que es más difícil, hacerlo manteniendo el nivel musical que es, ante todo, mi primer objetivo», recalcó.

El de adecuar la coreografía a los temas del libreto y hacer que el cuerpo de baile siga el ritmo ha sido una tarea de Natalia López Hernando, quien ya se encargara de ese aspecto en la Zarzuela de San Juan del Monte. «Es algo que enriquece todo el espectáculo. Hemos apostado por hacer una obra muy completa», apuntó Iruarrízaga.

Aunque suponga un esfuerzo extra para hacer que la escenografía al completo funcione, porque no ha sido fácil para los componentes del Orfeón «meterse en un rol de actores, el tener presente que el público está viendo una obra de teatro que lleva una música y que tenemos que representar más que nunca con nuestro cuerpo, con nuestras actitudes y con el baile, aquello que estamos cantando», incidió Sáez.

Se han programado un total de cuatro representaciones que tendrán lugar la próxima semana, los días 22, 23, 25 y 26, a partir de las 20.15 horas, en el Centro Cultural de Caja de Burgos. Allí mismo se pueden adquirir las entradas de lunes a jueves de 12.30 a 13.30 y una hora antes de cada representación.

El precio de las localidades es de 12 euros, para disfrutar de un espectáculo en el que «el Orfeón ha puesto mucho cariño, mucho empeño y que va a gustar», zanjó el presidente del colectivo.

Además, van a contar con el apoyo y el respaldo de «una soprano muy reconocida» como es Ainhoa Merzero, y del tenor Javier César Muñoz. Como solistas sobre el escenario les acompañarán: Luis Javier Robles Sandino, Francisco Iruarrízaga, Luis Elías, y Pedro Casas, barítonos; y las sopranos, María Valle y Teresa del Valle. «Creo que los 82 somos de un nivel bastante competente», zanjó Sáez.