Los sindicatos se rebelan contra Ares y piden un nuevo modelo de Ertzaintza
Reclaman más efectivos para evitar el uso de material antidisturbios como el que mató a Iñigo Cabacas
LUIS LÓPEZ llopez@elcorreo.com
Sábado, 14 de abril 2012, 17:46
No hay sintonía entre Rodolfo Ares y los sindicatos de la Ertzaintza. Ayer más que nunca se escenificó el abismo que los separa, durante la reunión en la que el consejero de Interior les presentó las medidas que el Gobierno vasco pondrá en marcha en lo referente al uso de material antidisturbios tras la intolerable muerte de Iñigo Cabacas; esencialmente, se va a minimizar el uso de pelotas de goma como la que mató al joven vizcaíno y se van a establecer nuevos protocolos de actuación, tal como adelantó el jueves en el Parlamento. Sin embargo, las centrales han aprovechado para mostrar su malestar con la gestión que Ares está haciendo en lo referente al tremendo suceso. Rechazan que la culpa se haga recaer exclusivamente sobre quienes apretaron el gatillo y cargan de responsabilidad a los responsables del Departamento por mantener un modelo policial que no es compatible con los nuevos tiempos.
Como viene siendo habitual, la central más crítica fue ELA, quien directamente presentó como responsables políticos de la muerte a Ares y su equipo, y volvió a pedir su dimisión. Por su parte, Erne, Esan, Sipe y Euspel firmaron un comunicado conjunto en el que aseguran que los agentes actuaron «en base a los parámetros de trabajo habituales», por lo que «la fatal consecuencia sólo nos puede llevar a modificar los sistemas de trabajo». Han «exigido» a Interior que lo haga lo antes posible. Por su parte CC OO ni acudió como muestra de rechazo a la gestión que está llevando a cabo el Departamento. «Desde hace tiempo venimos diciendo que no se pueden montar operativos a la antigua usanza», explicó su portavoz, Roberto del Agua.
En este punto coinciden todas las centrales: a la hora de pedir un nuevo modelo de Policía. «No se pueden mandar furgonetas con escopeteros contra masas de gente no hostiles, hay que utilizar diferentes medios. No es lo mismo el tipo de violencia en el que te arrojan de todo y hay que correr por callejones, que cuando ciertos individuos se meten en una multitud que nada tiene que ver con los disturbios».
Según Roberto Seijoo, portavoz de Erne, «los dispositivos son insuficientes y están mal hechos». Se refiere a que situaciones que pueden convertirse en foco de algaradas están vigiladas por pocos agentes. Mientras, en el resto de Europa el panorama es muy diferente. «Yo he viajado con el Athletic a Manchester, París, Bruselas... en todos estos sitios hay unos macrodispositivos enormes, con hasta 2.000 policías movilizados, incluso caballería». Mientras, en el operativo con el que Bilbao afrontó el partido del pasado jueves y que le costó la vida a Iñigo se limitaba a «16 furgonetas» que sumaban algo más de un centenar de agentes.
«Cuerpo a cuerpo»
El razonamiento chirría. Si todo parece indicar que la muerte de Iñigo por un pelotazo disparado por la Ertzaintza fue fruto de una negligencia policial, ¿por qué la solución es que haya más Policía? «Por el material antidisturbios que se utiliza». Mientras que un número elevado de efectivos garantiza que cualquier algarada puede ser neutralizada «a porrazos», la escasez de agentes parece obligarles a utilizar armamento contundente, como son las terribles pelotas.
Eneko Urkijo, secretario general de Esan, se suma a esta tesis cuando pide «más presencia» de agentes en las calles y condena que Interior no ha retirado antes las pelotas. Y Roberto del Agua, de CC OO, mantiene que sólo con operativos muy nutridos es posible entrar al «cuerpo a cuerpo» en multitudes donde se mezclan violentos con ciudadanos ajenos a todo enfrentamiento. ¿Por qué esto es así? Seijoo, el portavoz de Erne, considera que tiene que ver con cuestiones presupuestarias: enviar a la calle a tal número de efectivos supone un altísimo coste para las arcas públicas.