El Coleta, rey del rap quinqui

El Coleta es una rareza dentro del hip hop español, y a mucha honra. El rapero de Moratalaz se ha labrado una carrera individualista y singular, a base de reciclar sus experiencias de barrio obrero y los referentes de aquella España de su niñez: a ver qué otro artista del género es capaz de citar a Rafi Escobedo, El Dioni, El Torete, la Sole del mechero, El Jero, Lole y Manuel, Mariskal Romero, Julio Alberto, el monstruo Casimiro, Ángel Cristo, Sito Miñanco, Curro Jiménez o Andrés Pajares. A él le gusta definir lo suyo como una mezcla de Spike Lee y José Antonio de la Loma, el director de Perros callejeros, y abraza sin escrúpulos las etiquetas más recurrentes para definir su estilo, rap quinqui o rap macarra. "Para mí es un piropo no estar en lo que se tiene por estándar del rap nacional", dice.

- Tu estética y tus referencias remiten a los 80. ¿Eres un tipo nostálgico?- No me considero nostálgico, digamos que me gustan los clásicos.

- Dime, por ejemplo, tres cosas que eches de menos de los 80.- A mi bisabuela, la Toña, porque se murió. Los billares con máquinas del Double Dragon y demás, porque desaparecieron. Y el cine quinqui, que se dejó de hacer.

- ¿Te ha dejado huella la música que escuchabas de chaval?- De crío tampoco me interesaba mucho, aunque a mis oídos llegaba buena música por parte de mi padre y de mi tío. Mi viejo escuchaba más cosas rockeras. como los Rolling, Pink Floyd, Triana... Y mi tío era más de soul y cosas de ese palo. Claro que me ha dejado huella, aunque lo que sí recuerdo de muy enano es escucharme por mi cuenta una cinta con The Final Countdown de Europe, ja, ja...

- ¿Cuándo y cómo descubriste el rap?- Fue ya en los 90, en el cine, en la tele, en la radio y también en el coche de algún colega.

- ¿Y qué significó para ti?- Yo vi en el rap una música que representaba la forma de vida de un chaval de barrio de esa época.

- Da la impresión de que el rap español sigue siendo un movimiento al margen de los grandes medios. ¿Por qué sucede esto? - No lo sé. Puede ser una mezcla de que los gustos del público no coincidan con ese rap que le ofrecen los grandes medios y, a la vez, que los artistas no encuentren una fórmula que convenza al público.

- Y, en tu opinión, ¿es mejor así?- Qué va, no creo que sea mejor así. Una mayor repercusión daría más medios para mejorar la música.

- ¿Te sientes un outsider del rap nacional, fuera de los círculos más o menos estándar?- No lo sé, pero para mí es un piropo no estar en lo que se tiene por estándar del rap nacional.

- ¿No temes que te acusen de glorificar la delincuencia?- No, ni lo temo ni me preocupa.

- ¿Pero alguna vez te autocensuras?- En las canciones no. En las entrevistas, a veces, sí me he mordido un poco la lengua con alguna pregunta.

- ¿Qué es lo que más te repele de esta sociedad actual?- Demasiadas cosas. El borreguismo, por decir una.

- Al describir tu música siempre se utilizan adjetivos como quinqui o macarra. ¿Qué significan para ti?- Quinqui es en alusión al cine quinqui y a sus protagonistas, como El Pirri. Y macarra puede ser sinónimo de quinqui: un buscavidas castizo, un tío con los oros por fuera, en un buga pintón, escuchando una cinta que tiene grabada por una cara Los Chichos y por la otra a Obús.

- Tus letras son muy de tu barrio. ¿Las ves exportables a otras ciudades? - Yo creo que son exportables a cualquier barrio obrero español. Pueden ser conceptos universales.

Vídeo: El Coleta - Nanai nanaina