La noche de las calabazas
Helloween y Gamma Ray, dos ramas del mismo árbol, vuelven a sumar fuerzas en un festín de power metal en Bilbao
CARLOS BENITO
Viernes, 1 de marzo 2013, 02:30
En este mundo hay muchas personas que, cada vez que tienen que escribir una referencia a Halloween (la fiesta anglosajona de los muertos), han de pararse un momento a pensar, porque instintivamente les sale Helloween. Es una anécdota trivial, pero sirve como síntoma de la tremenda influencia del grupo alemán, uno de los pioneros del power metal europeo y un nombre clave en la historia de eso que hemos dado en llamar heavy. Aunque resulta fácil perderse en las etiquetas y las subetiquetas, los géneros y los subgéneros, podríamos simplificar diciendo que el power metal es una combinación de velocidad, fuerza y energía, con una clara tendencia a convertir las canciones en himnos propicios a levantar el puño y corear. Pero los propios miembros del grupo han despreciado a menudo esas categorías tan detalladas: «¿No podemos ser simplemente un grupo de rock? respondía en una vieja entrevista el guitarrista Michael Weikath, uno de los dos fundadores que continúan en la banda. Que les den por el culo a todas esas clasificaciones del metal. Creo que, en comparación con un grupo de death metal, nosotros somos pop».
Helloween surgieron en Hamburgo en 1984 y editaron esa misma década su gran clásico, las dos partes de Keeper Of The Seven Keys, en las que se aprecia claramente su combinación de asuntos fantásticos y actitud positiva: un grupo que utiliza como emblema una calabaza (en la versión más reciente, provista de máscara antigás) por fuerza ha de tener cierto sentido del humor. En 1989, ocurrió el cataclismo, el gran cisma del power metal: el guitarrista Kai Hansen (que, en los comienzos, también se había ocupado de cantar) abandonó el grupo en el que ejercía de líder y fundó Gamma Ray, donde asumió de nuevo las tareas vocales además de su instrumento. Cuatro años después, por cierto, Helloween echarían a su cantante, aquel Michael Kiske capaz de improbables agudos, para fichar poco después a su frontman actual, Andi Deris, que reside la mayor parte del tiempo en Tenerife y posee allí un estudio de grabación.
Hace seis años, Helloween y Gamma Ray asumieron que la suma de fuerzas era mejor que el distanciamiento y se embarcaron en una gira conjunta con los primeros como cabeza de cartel, aunque no faltan los aficionados que sostienen que el orden debería ser el inverso. En el delirio de los bises, Kai Hansen se sumaba a sus excompañeros para tocar algunos clásicos de su etapa en la banda. Este año repiten la experiencia con una nueva edición de su Hellish Rock Tour, que arranca en España el de Bilbao es el tercer concierto y tiene como invitados a los brasileños Shadowside, con cantante femenina. Tanto Helloween como Gamma Ray han preparado discos para coincidir estratégicamente con la gira. El de Helloween es un álbum en toda regla editado el mes pasado y titulado Straight Out Of Hell, algo así como Directamente salidos del infierno. Su fuente de inspiración ha sido el reciente apocalipsis que iba a acabar con este mundo: «Sobreviviremos y afrontaremos un futuro más positivo y lleno de energía», sostiene Andi Deris, aunque como sencillo de presentación han elegido un tema atípico sobre los nabateos, el pueblo de Oriente Próximo que esculpió en roca la ciudad de Petra. «Nos tomamos la libertad de contar la historia completa de esta estimulante cultura explica el cantante, aunque la canción se nos ha ido a más de siete minutos. La verdad es que, si hubiésemos tenido más que contar, habría sido aún más larga».
Menos convencional es el lanzamiento correspondiente de Gamma Ray, que se hará esperar hasta mediados de marzo y se titula, muy apropiadamente, Master Of Confusion. «Nuestra intención era tener un álbum preparado, pero los plazos límite no se llevan bien con nosotros bromea un entretenido Kai Hansen. En realidad, no queríamos esperar más y pensamos que debíamos mostrar a los fans las dos canciones nuevas que teníamos. También hemos grabado versiones de dos canciones que siempre nos han gustado y, antes de que alguien se quejase porque en un cedé caben más minutos de música, hemos añadido material en directo que no entró en el cedé de Skeletons. Vale, no es un álbum nuevo, pero son sesenta minutos de música. Llámalo el single más largo del metal, si quieres». De modo que, recapitulando, Gamma Ray han confeccionado un revoltijo con dos temas nuevos, unos covers de Sweet y Holocaust y unos directos que les habían sobrado de su último live. ¡A ver si van a tener merecida su fama de ser un poco caóticos!