Nos timaron con la TDT

Teníamos mucha prisa por ser los primeros en estrenar la TDT y dar ejemplo a Europa. ¿Y para esto tanta prisa? Año y medio después del cambio de la tecnología analógica a la digital tenemos treinta y tantas cadenas emitiendo a la vez y la oferta televisiva no ha mejorado ni en cantidad ni en calidad. Échenle un ojo un día cualquiera a las cadenas pequeña nacidas de la mano de la TDT y verá que el panorama es desolador. Mujeres desesperadas, Embrujadas, 'Aquí no hay quien viva, CSI, El juego de tu vida, After hours... Vamos, las últimas novedades.

Evidentemente la TDT ha llegado en el peor momento, cuando las cadenas menos dinero tienen para comprar nuevos formatos. Y con esa disculpa nos están inflando a reposiciones, que es la tele que les sale gratis. Y como además meten la misma publicidad que si nos ofrecieran algo nuevo, pues el negocio es redondo.

Pues para esto no necesitamos treinta canales en abierto. Para esto nos bastaba con los seis que ya teníamos antes. Por lo menos la ronda de zapeo se hacía más corta y el espectador acababa menos cabreado que ahora.

Y esta moda de las repeticiones que ha puesto la TDT está contagiando también a las cadenas grandes. TVE pone la disculpa de los 200 millones que tienen que recortar este año. Pero... ¿y los demás? El otro día Telecinco llenó su primer time con capítulos repetidos de La que se avecina. Pues menos mal que esa es la franja exigente... ¿Qué será entonces de los horarios menos exigentes?

Y ya están aquí las Olimpiadas y las privadas ya han dicho que no van a malgastar género para perder audiencia. Pero... ¿alguien le ha preguntado al espectador si quiere ver veinticuatro horas de Juegos Olímpicos? ¿O si Aquí no hay quien viva le gusta tanto como para verse el mismo capítulo diez veces?

Definitivamente nos han timado con la TDT. Nació para mejorar la oferta televisiva, pero no ha cumplido. Ni hay más tele que antes, ni mejor.