Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
ANDER CARAZO
Miércoles, 25 de abril 2012, 20:15
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
1 de abril de 1937. Las campanas y las sirenas antiaéreas despertaron ayer a Durango a las seis de la mañana. Era una falsa alarma. Todos siguieron con su rutina, pese a que algo en el ambiente hacía sospechar que no iba a ser ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.