Quiroga: "He fracasado y me echo a un lado, pero volvería a presentar la moción de paz"
La presidente del PP vasco confirma la renuncia a todos sus cargos y reconoce que ella misma se desautorizó al retirar la ponencia por las presiones de algunos de sus compañeros
José Mari Reviriego
Martes, 13 de octubre 2015, 20:39
Arantza Quiroga ha puesto esta mañana fin a su calvario. Tras guardar un clamoroso silencio durante una semana, la política guipuzcoana ha reaparecido en solitario en la sede del PP de San Sebastián para confirmar la renuncia a todos sus cargos como consecuencia de verse obligada a retirar su ponencia de libertad y convivencia el miércoles pasado. Dimite como presidenta de los populares vascos después de un convulso mandato con carácter inmediato. Mañana no acudirá siquiera al pleno del Parlamento de Vitoria, donde casi a la misma hora se reunían sus compañeros de bancada en esta legislatura. Las despedidas, de momento, por teléfono. Comienza una nueva vida, tras veinte años en la política, en la que espera «desintoxicarse», dedicarse a su familia (está casada y tiene cinco hijos) y encontrar una nueva ocupación, pues a sus 42 años -ha dicho con el gesto relajado tras varios días de tensión- le queda mucho para jubilarse.
OPINIÓN | ALBERTO AYALA
QUIROGA SE VA. LOS PROBLEMAS DEL PP, NO
OPINIÓN | ALBERTO AYALA
Cuando Quiroga ganaba los pulsos
OPINIÓN | ALBERTO AYALA
Cronología de la crisis del PP vasco
Sin señalar culpables ni cargar las tintas sobre el origen de las críticas, Quiroga ha reconocido que «el detonante» de la crisis ha sido la propuesta de paz, censurada entre sus filas por la forma en que se gestionó su presentación. Sin el consenso necesario para dar una ciaboga de esa naturaleza. La líder del partido ha insistido en defender el fondo del texto, que sustituía la condena a ETA por un genérico rechazo a la violencia con la idea de facilitar la incorporación de Bildu a un pronunciamiento compartido en favor de la deslegitimación del terrorismo.
Quiroga se ha destapado en su despedida con uno de los discursos más renovadores en materia de pacificación en las filas conservadoras. «El PP ha estado en la vanguardia de la lucha contra ETA. Ahora que ETA ya no mata debemos estar en la vanguardia de la búsqueda de la convivencia y de la defensa de las víctimas. Hay que dar un paso adelante. De la resistencia frente al terrorismo a ser un partido con influencia. No sembremos semillas de futuras violencias, sembremos semillas de convivencia. Aunque ahora eso no ha sido posible. Por eso pido una mirada valiente al que venga en mi lugar, a la nueva dirección», ha explicado.
Semper se autodescarta
-
El portavoz parlamentario del PP vasco, Borja Semper, se ha descartado para liderar a este partido tras la renuncia como presidenta de Arantza Quiroga y ha urgido a buscar a un sustituto o sustituta "en 48 horas".
-
En declaraciones a Onda Cero, Semper ha insistido en que "nadie ha echado a Arantza Quiroga" y ha defendido que el PP se juega "seguir siendo fundamental" en el País Vasco tras la derrota de ETA.
-
Sobre la sucesión, dirigentes del PP vasco ven al actual ministro de Sanidad y presidente de los populares alaveses, Alfonso Alonso, y al secretario general de la formación en Alava, Javier de Andrés, como candidatos a sustituir a Arantza Quiroga.
-
Fuentes de la formación han precisado que, en todo caso, el futuro líder del PP en Euskadi será alavés, después de presidentes guipuzcoanos como Jaime Mayor Oreja, María San Gil y la propia Quiroga, y vizcaínos como Antonio Basagoiti y Carlos Iturgaiz.
La presidenta del PP vasco ha explicado que asumió como un golpe definitivo la críticas lanzadas en público por la AVT y por el ministro de Sanidad, al alavés Alfonso Alonso, que exigió al partido recuperar la senda de la exigencia y la condena contundente contra ETA. También ha dejado entrever presiones desde la dirección nacional del PP, disconformes con la inoportunidad de la propuesta de paz, en vísperas electorales. En ningún caso ha querido poner nombres ni señalar directamente al PP de Álava, instalado en la sede madrileña de Génova y en el gobierno con mando en plaza. Pero ha recordado los sucesivos reveses y desplantes sufridos «una y otra vez» en el ejercicio de su liderazgo de una forma genérica. «Lo del miércoles fue el detonante. Me puso enfrente de una realidad dura, pero que hay que afrontar. He fracasado en tratar de aunar voluntades detrás de ese objetivo (el cambio de discurso en pacificación). Por eso lo más honesto era apartarme, echar a a un lado», ha reconocido Quiroga, quien no obstante volvería a poner la otra mejilla. «Volvería a presentar la moción una y mil veces», ha destacado.
La retirada, a su juicio, obedeció a tres factores. Los «pronunciamientos en contra», en velada alusión a Alonso, su gran contra poder en Euskadi y el principal motivo esgrimido en su momento para apartar a Iñaki Oyarzábal de la secretaría general, su hombre de confianza. El segundo factor fueron «las portadas falsas» de algunos medios de Madrid dadas, en su opinión, al intento de facilitar la adhesión de la izquierda abertzale al debate parlamentario sobre el final de ETA y la consolidación de la paz. Y en tercer lugar, al intento de EH Bildu de «blanquearse» con la propuesta, aunque esto último, que coincide con el argumentarlo de Génova, lo ha matizado esta mañana. «No es justo achacar todo a Bildu», ha señalado.
El intento de Cospedal
En cualquier caso, no ha querido reconocer que sus compañeros la desautorizaron, sino que ella misma «se desautorizó» públicamente en el momento en que anunció la retirada de la moción. Desde ese momento entendió que debía dimitir y así se lo comunicó a la secretaría general, Dolores de Cospedal. Según el relato de Quiroga, Cospedal le pidió que no tomase decisiones «en caliente» y que mantuviera silencio hasta ayer, martes, fecha en la que concertaron una reunión. Por «lealtad», Quiroga lo hizo, pero ha dicho que su decisión estaba «tomada» y que así se lo transmitió ayer por la tarde en Madrid a la número dos de los populares, cuya gestión de esta renuncia le deja también tocada. Horas antes, desde Bruselas, había asegurado que el futuro de Quiroga era seguir siendo presidenta del PP vasco, algo que, visto lo visto, no ha podido mantener ni 24 horas.
Si le quedaba alguna razón para volver, Quiroga las fue perdiendo durante una espantada que ha reducido su crédito entre sus compañeros de filas. Pero esta mañana ha reaparecido para despedirse y pedirles disculpas a todos ellos y los medios de comunicación por su silencio. Ha personificado sus agradecimientos en Cospedal, en Nerea Llanos como «leal» secretaria general durante estos dos últimos años, en las víctimas de ETA y en su familia, a la que podrá ahora «dedicarse» con mayor entrega tras veinte años «apasionantes» en política, en los que ha sido también presidenta del Parlamento vasco y portavoz del PP en la Cámara. Sin aspavientos, ha puesto fin a su carrera: «Seguro que los que vengan detrás de mí lo van a hacer mejor que yo. Aquí estamos de paso. Nos vemos por las calles de Donosti o de Hondarribia».