La mano larga de Justin

Justin Bieber pertenece ya a esa casta de artistas de los que nunca se habla por su música... por cierto que tiene cuatro discos el chaval. Su último bolo ha sido un amago de robo a una niña. Sucedió el lunes, en un mini golf pijo de Los Ángeles donde Bieber mejoraba su swing. A lo mismo estaban una adolescente de 13 años y su madre, cuando entre bolazo y bolazo creyeron ver al cantante. La niña se acercó un poco para asegurarse, no fuera a saltar al cuello de un desconocido, y Bieber intuyó malas artes en este movimiento. Entonces se encaró con la madre de la chica, a la que exigió que le entregara el móvil. Creía Bieber que le habían sacado fotos sin su permiso y quería borrarlas. La madre le dijo que no, que su hija se había acercado a pedirle un autógrafo y a saludarle. La explicación, bastante verosímil por cierto, no convenció a la estrellita del pop, que forcejeó con la mujer hasta que logró arrebatarle el teléfono. Buscó y no encontró fotos suyas robadas pero lejos de disculparse todavía quiso quedar por encima:«Estás humillándote delante de tu hija. ¿Por qué no te vas de aquí?»... y la niña rompió a llorar. La película la cuentan con todo este detalle en la revista TMZ, así que quizá hay algo de fantasía en el relato. Aunque encaja con el modus operandi habitual de Bieber.