Las ranas de Laura

Érase una vez una princesa que buscaba a su príncipe entre un grupo de chicos&hellip algo especiales. No es el comienzo de un cuento de hadas, es el punto de partida de de 'Un príncipe para Laura', el reality ceniciento y guasón que Cuatro estrena esta noche a las 22.30 horas. En esta ocasión la protagonista no será Corina Randazzo, que ahora prueba suerte con otra faceta y participa en el concurso '¡Mira quién baila!' de TVE, sino Laura Parejo. Es mallorquina, estudiante de educación infantil y tiene 21 años. Sueña con tener «ocho hijos y otros tantos perros» y le da igual que los chicos sean «altos, bajos, gordos, delgados&hellip». «Mi infancia ha sido como de cuento. Mis padres eran pilotos, se separaron cuando yo tenía 12 años y a partir de ahí me metieron en un internado donde me sentí muy sola. Lo pasé muy mal. Mi madre se volvió a casar y ahora tengo un padrastro un tanto especial», ha contado la protagonista de la segunda edición de 'Un príncipe para...', el programa que promedió un 9,2% de 'share' y casi 1.600.000 espectadores en su primera edición, la de Corina, la rubia. Laura es la morena, así que en la tercera entrega «habrá que elegir a una pelirroja», adelantaron los responsables del 'reality', que han vuelto a apostar por Luján Argüelles, 'Bruján', casamentera oficial de la cadena, como maestra de ceremonias. «Es una 'bruja' malvadamente cariñosa que no dejará que Laura se equivoque». Aunque le costará: «Ella es rebelde, diferente, no para de darnos sorpresas y de contestarme», advierte Luján.

La mecánica del programa es sencilla. La mallorquina quiere encontrar al hombre de su vida entre los veinticuatro aspirantes, divididos en cuatro categorías: los guapos, los simpáticos, los únicos y los nerds (los 'empollones'). Todos forman un peculiar y heterogéneo grupo de pretendientes entre los que se encuentra desde el primo de Paris Hilton -«es verdad, pero no la conozco personalmente»-, hasta un experto en zombies, un adicto al sol, un chico que ya no tiene pelo en la coronilla porque le gusta bailar dando vueltas sobre su cabeza, un vendedor de almendras garrapiñadas, un 'heavy' romántico, un bailaor flamenco, un coplero...

«Queríamos contar una historia de amor en un entorno de humor, de cuento de hadas con castillos, princesas, brujas y hasta padrastros incluidos», avanzaron desde la productora. Laura dicen que lo han conseguido: «Yo me leería mi propio cuento».