Ingenio, puesta en escena y rima

Mejorar la expresividad oral, mejorar el dominio de la lengua vasca, utilizar unas estrategias comunicativas adecuadas, aprender a ordenar las ideas o utilizar la creatividad en el terreno del lenguaje son algunos de los objetivos que sigue el programa 'Gu ere bertsotan' que promueve la asociación Bertsozale Elkartea. Los centros escolares eibarreses reciben esta formación desde hace seis años y su forma de exposición pública es el Festival escolar de bertsos que se celebra en el Teatro Coliseo.

Esta cita se reparte en dos jornadas. El pasado martes el alumnado de La Salle, Aldatze y Arrateko Andra Mari fue el encargado de colocarse ante el micrófono para sorprender a un abarrotado auditorio. Hoy a las 18.00 horas se celebra la segunda tanda, en esta ocasión con los grupos de la ikastola Juan Antonio Mogel y el colegio Amaña. El primer festival acogió a 159 escolares mientras que el que llega hoy contará con 134 jóvenes bertsolaris. Este programa se desarrolla también en otras poblaciones de forma que en el presente curso son 20.532 niños y niñas los que han trabajado sobre el bertsolarismo en 382 colegios, con la participación de 35 profesores.

Uno de ellos, encargado de dar a conocer esta disciplina a los escolares eibarreses, es Arkaitz Oiartzabal 'Xamoa'. «Han puesto mucho interés y muchas ganas. Incluso aquellos a los que les cuesta más, han tratado de hacerlo lo mejor posible en la medida de sus posibilidades» señalaba en euskera pocos minutos antes de comenzar el primer festival. El bertsolari destaca la implicación de unos alumnos de 10 a 12 años de edad. «No lo ven como una asignatura y se encuentran con algo que les despierta interés».

El festival del Teatro Coliseo sirve para trabajar algunos aspectos que también se tienen en cuenta en las clases semanales. Mejorar la oratoria y perder el miedo a hablar o cantar en público son algunos de los objetivos de un plan que busca favorecer que los niños y niñas sean buenos comunicadores.

Parafernalia e ingenio

Este programa comenzó en Eibar hace seis años con la financiación del Ayuntamiento y los centros escolares participantes. Desde entonces, el Festival escolar de bertsos se ha asentado en el calendario de la recta final de curso. En la primera sesión, los alumnos desplegaron toda su imaginación para contar con disfraces, complementos y maquillajes que ubicaran a sus personajes. Así, se pudieron ver circos, deportistas, veraneantes o ciudadanos de distintos países. Pero no sólo hubo parafernalia ya que los jovencitos demostraron su ingenio. «Ellos eligen el tema, una idea que les permita participar a todos, eligen qué ponerse, etcétera» explica Xamoa. Sobre los bertsos señala que son textos preparados por los propios alumnos en clase, previamente corregidos e incluso ensayados. No en vano, improvisar unos versos exige un dominio amplio de esta disciplina, algo a lo que no se llega con un programa que supone una hora semanal de clase. Sin embargo, con papel y boli, y con su puesta en escena, los alumnos fueron capaces de despertar las risas y los aplausos del público.

En un ambiente distendido, la mayoría de los participantes disfrutaron de su actuación. No faltaron los que daban buena cuenta de sus uñas en los instantes previos, ni los ataques de risa inoportunos. Hoy, una nueva ración de un acto abierto al público.