El hombre que ató la eléctrica a Euskadi

Bilbao, y por extensión Euskadi, siempre se han enorgullecido de albergar la sede de Iberdrola, el primer grupo energético español y uno de los más importantes del mundo. Ha sido y es una de las señas de identidad de la capital vizcaína. Íñigo de Oriol jugó un papel clave en el mantenimiento de la sede en el País Vasco al rechazar, hace ya en torno a una década, la petición del Gobierno presidido por José María Aznar de que la trasladara de Bilbao a Madrid.

La solicitud se produjo en el transcurso de una comida mantenida por Íñigo de Oriol y por el entonces vicepresidente de la eléctrica y actual presidente, Ignacio Sánchez Galán, con altos responsables del Ejecutivo central.

Durante el encuentro, uno de los interlocutores del Gobierno pidió expresamente a los dos dirigentes empresariales que trasladaran la sede de Iberdrola a Madrid. Ambos aguantaron la presión y rechazaron tal propuesta. El propio Íñigo de Oriol defendió el mantenimiento de la central en la capital vizcaína argumentando que la mejor manera de consolidar y asegurar la integración del País Vasco en España era que hubiera aquí grandes grupos empresariales españoles.

A ello, añadió que trasladar la sede de la eléctrica que entonces presidía suponía una especie de abandono de Euskadi y, por tanto, también podía poner en riesgo la imbricación de la comunidad en el Estado.

Tal tesis fue rotundamente apoyada por Ignacio Sánchez Galán, que siempre ha defendido a ultranza el anclaje de Iberdrola en el País Vasco.