Implantes de mama a domicilio

Aumentos de pecho sin salir de casa. Ése era el servicio que ofrecía M.F.L.M., un varón de 36 años domiciliado en el municipio cántabro de Camargo, que fue arrestado el pasado domingo por la Policía de la localidad vizcaína de Barakaldo cuando acudía a una cita en la vivienda de una de sus pacientes. La propia joven denunció el caso a los agentes después de que las infiltraciones que el detenido le realizó el mes pasado le ocasionaran fuertes dolores e inflamación en ambos pechos. El hombre, que carecía de cualificación médica, ya fue imputado en agosto por un caso similar en Bilbao.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Barakaldo, la mujer habría pagado 600 euros por la intervención para el aumento de pecho practicada en septiembre, aunque ya entonces quedó extrañada por el procedimiento utilizado. De hecho, según manifestó a la Policía, el sujeto no tomó las mínimas medidas de higiene sanitarias: no utilizó guantes ni prendas de vestir distintas de las que llevaba puestas cuando llegó a la vivienda.

Tras la intervención, la mujer, que manifestó haber contratado los servicios del hombre a través de unas conocidas, fue ingresada en el servicio de ginecología de urgencia del hospital de Cruces, aquejada de fuertes dolores y con malformaciones provocadas por la inflamación en ambos pechos. El arresto de M.F.M.L. se produjo después de que la paciente concertara con él una nueva cita para el pasado domingo con el pretexto de agrandar más sus senos. Entre el material que le fue incautado en el momento de la detención solo constaban gasas, jeringuillas y varios botes de un material oleaginoso que habría sido utilizado para realizar las infiltraciones. Una muestra de este último producto ha sido enviada al Ministerio de Sanidad para aclarar qué sustancia se le inyectó a la joven.

El arrestado ya ha sido puesto a disposición judicial. Su caso no es ni mucho menos el primero que se registra en España. En diciembre de 2010 un hombre ya fue condenado en Canarias a 18 meses de prisión tras practicar cirugía estética sin título en varias peluquerías y domicilios particulares.

«Se juegan la vida»

«Cuando no se hace con el personal adecuado y en una clínica, la gente se está jugando la vida hasta en la intervención más tonta», advirtió ayer José Manuel Bejar, cirujano con más de 30 años de experiencia que ejerce la medicina estética en la clínica Dermitek de Bilbao. Aún le cuesta creer que haya quién se atreva a contratar estos servicios. Y eso pese a que son noticia con frecuencia y a que él mismo tiene constancia de que existen personas sin preparación que hasta se anuncian en prensa. «Hemos tenido muchas, muchas personas, pidiendo que les solucionemos problemas ocasionados por estos señores, que en algunos casos pueden tener título de medicina, pero no la formación necesaria», advirtió.

Pese a todo, el caso de Barakaldo le resulta especialmente llamativo. Además, Bejar sostiene que la intervención realizada a esta joven «no es ningún chollo» por 600 euros.