La Internacional dice que el frontón de Bilbao incumple la norma para acoger un Mundial

La Federación Internacional de Pelota Vasca ha emitido un comunicado en el que lamenta que tres recintos de reciente edificación o renovación -el frontón Bizkaia de Bilbao, el trinkete de los Astrónomos de Vitoria, 'dibujado' el suelo de la cancha con una pintura inadecuada, una deficiencia menor, y un trinkete en México- «no se hayan construido según la normativa que tiene establecida esta federación».

No es la primera vez, ni tampoco será la última, que los constructores y promotores vulneran la legislación establecida en materia deportiva en los frontones. Sin ir más lejos, en el diseño inicial del complejo Beti Jai de Vitoria de Mendizorroza -frontón Ogueta- excluyeron el rebote con el fin de aumentar la visibilidad de los pelotazales. Hubo que convencer al que era entonces regidor de la ciudad, José Ángel Cuerda, para que rectificara lo que en opinión de los pelotazales suponía «un atropello pelotístico». Finalmente imperó la cordura y Vitoria acogió el Mundial de Pelota de 1986, que fue considerado como el más atractivo y mejor organizado hasta entonces, con un rebote como mandan los cánones.

Cuando las instituciones vizcaínas decidieron levantar en el barrio de Miribilla un frontón de mano que viniese a colmar las viejas pretensiones de los bilbaínos -de más de medio siglo de por medio- delegaron en el buen saber y entender de los constructores para que trazaran una de las mejores canchas de Euskadi para el juego de mano.

Los responsables de la obra comenzaron a sondear a las entidades instruidas en estos asuntos: Liga de Empresas, Federación Vasca, Federación Vizcaína de Pelota y la Internacional. Hasta Bilbao se trasladó un arquitecto de la Internacional, Rafa Araujo, máximo responsable de supervisar los frontones en construcción, con la misión primordial de informar de las medidas reglamentarias que tiene estipuladas esta organización.

Desde ese viaje, Araujo no tuvo noticias del coliseo de Miribilla. «Hicieron caso omiso a nuestras recomendaciones y nos hemos enterado de la vulneración de las cotas de juego después de su inauguración», significa Josean Iraundegi, secretario administrativo de la Internacional. La longitud de la cancha debe ser como máximo de 36 metros, «aunque en este sentido somos un poquito permisivos», dice esta misma fuente. La cancha del suntuoso frontón mide del frontis al rebote 38 metros. «Rebasa en más de metro y medio el precepto federativo y eso es una auténtica burrada», afirma Iraundegi. El exceso longitudinal del recinto conlleva una medida drástica: que en el Bizkaia no se podría celebrar un Campeonato del Mundo de Pelota.

Sin embargo cabría una posible solución, según la estimación de los técnicos consultados por EL CORREO: adelantar el rebote de cristal hasta las medidas reglamentarias o anteponer un rebote suplementario para cumplir estrictamente con la normativa. Pero, a pesar de este tipo de soluciones de emergencia, la verdad es que, aseguran en la Internacional, el Bizkaia quebranta las reglas vigentes.

Las empresas manistas

Desde la Internacional sostienen que han podido desempeñar un papel determinante las empresas manistas. «Por una parte defienden que hay que desacelerar la viveza del material y por otra promueven el alargamiento de las canchas». En el Atano III de San Sebastián, un recinto histórico, en la década del nuevo milenio ya se atrasó el rebote 1,20 metros. También hay un hecho palpable que ha podido influir en esta toma de decisiones. Las relaciones entre la Federación Vasca de Pelota, la Española y la Internacional «son completamente nulas desde hace unos cuantos años», lamenta Iraundegi.