Nueva tragedia en una calle que empezaba a respirar tranquilidad
El Ayuntamiento aplica desde hace un año un plan especial de seguridad para evitar peleas y agresiones
J. DOMÍNGUEZ
Domingo, 16 de mayo 2010, 04:42
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El Ayuntamiento presentaba el jueves el primer balance del dispositivo policial en las zonas de copas y ocio de Barakaldo puesto en marcha en febrero. Un plan por el que 28 policías se dedican de forma exclusiva a esta labor y que se ejecuta con «éxito». Pero ahora sus resultados pueden quedar en entredicho por este trágico suceso, que el alcalde insistió en calificar como «un caso aislado».
«Barakaldo es seguro y la zona de copas también. De ello nos hemos encargado en el último año», subrayaba Tontxu Rodríguez. Muy lejos queda aquel 1 de febrero de 2009, cuando un joven de 20 años era cosido a puñaladas en el entorno de Juan de Garay. Aquella reyerta hizo reaccionar al Ayuntamiento, que declaró una guerra frontal al «navajero y al camorrista».
Tras ese suceso, 22 agentes tomaron de viernes a domingo la principal zona de copas de la localidad. Un efectivo por cada 16 metros de calzada. En apenas ocho meses, la conflictividad se redujo a la mitad.
El mandatario local aseguraba ayer «que nadie ha bajado la guardia en este terreno». Insistía en que lo ocurrido ya no se corresponde con la situación real de Juan de Garay. «Es una zona absolutamente tranquila», recalcaba Rodríguez. El alcalde garantizó que los operativos de seguridad se mantendrán en el futuro, igual que la vigilancia del estricto cumplimiento de las ordenanzas por parte de todos, clientes y bares.
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También continuará la relación entre el Ayuntamiento y los hosteleros que es «muy fluida». El alcalde subrayó que los empresarios ya han tomado muchas medidas para evitar la conflictividad en el interior de los locales, como la contratación de vigilancia privada o una campaña exhaustiva en el control de los carnés de identidad. Incluso se han planteado instalar detectores metálicos para descubrir posibles navajas u objetos punzantes que puedan esconder los clientes entre la ropa, «o hacer un listado de personas conflictivas a las que negar el acceso».
Pero Rodríguez insistió en que ellos no tienen «nada que ver» en lo sucedido. «La agresión se produjo claramente fuera de la zona de los bares, no se puede relacionar», recalcó, para reiterar a continuación su compromiso en la lucha contra la delincuencia. «Echaremos fuera a los transgresores de la convivencia ciudadana, no los queremos en nuestras calles ni en nuestros locales». «Tolerancia cero» contra los que pretendan convertir esta zona de Barakaldo en una «calle sin ley». Antes del verano, además, Juan de Garay verá reforzada la vigilancia con tres videocámaras.
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