Contador vuelve a respirar

Pese a sus sesenta kilos raspados, Alberto Contador se sintió pesado la noche del sábado. La alergia le había llenado el cuerpo de líquido. Venía de perder esa tarde sus opciones en el Criterium Internacional y sólo pensaba en recompensar de alguna manera a sus gregarios. «Quería resarcirme. Sobre todo, por mis compañeros, por el trabajo que hicieron en la etapa de montaña», contó. La retención de líquidos le hizo dormir dolorido, con el hormigueo de la fatiga en las piernas. Al levantarse ayer sabía de sobra que era imposible recuperar el tiempo perdido ante Fedrigo -ganador final de la prueba-, pero quería un premio para el Astana. La etapa. Y casi. «He salido a ganar y me he encontrado con un gran especialista como Millar». El escocés fue el único que le batió en los 7,7 kilómetros de la crono de Porto Vecchio, en una esquina turística de Córcega. «También hoy me he visto limitado por la alergia, pero era un recorrido explosivo, corto, y he podido rendir». Por sólo dos segundos le pudo Millar.

«Ahora me tomaré unos días de descanso. He acabado exprimido por la alergia. Correré la Vuelta a Castilla y León (mediados de abril) y luego iré a coger experiencia en las clásicas», anunció Contador, decimoquinto en la general de la primera carrera que no gana este año. Le duele perder. No le consuela ni haber superado a Armstrong. Ayer, volvió a sacarle algo más de dos segundos por kilómetro: el americano terminó decimoquinto, a 19 segundos de Millar y 17 de Contador. «Eso no es importante», zanjó el madrileño. Le escocía el suspiro que le faltó para 'resarcirse' ayer, el día que volvió a respirar tras la asfixia alérgica del sábado.

Intxausti, «contento»

También andaba algo chasqueado Samuel Sánchez. Le sobraron apenas cuatro segundos para subir al podio que ocuparon Fedrigo,Rogers y Machado. «He acabado muerto», confesó. Eternos los breves 7,7 kilómetros de la contrarreloj. El líder del Euskaltel-Euskadi marcó el segundo mejor tiempo en la primera parte de la etapa; luego se desinfló. «He llegado fatal», reconoció. Le superó su compañero Beñat Intxausti. Espectacular ayer. Acabó quinto la 'crono', a sólo 11 segundos de Millar, y décimo en la general. Intxausti madura: se adapta a la lucha contra el reloj y tiene perfil para la montaña. La mezcla ideal. Ya suena su nombre en el calendario internacional. «Estoy muy contento. Era un recorrido que me venía bien, con un repecho inicial. El sábado le eché una mano a Samuel y hoy he estado con los mejores en la etapa», resumió el joven vizcaíno, revelación del Criterium que cayó en manos de Fedrigo.

El ciclista francés, de 31 años y un palmarés con etapas en el Tour y el Dauphiné, vive su profesión a la antigua. «Ni me preocupo de los kilómetros que hago en los entrenamientos. Mi método es muy simple». Rodar y rodar, como la 'ranchera'. Y atacar, como el sábado en el puerto del Ospedale. Ahí ganó la carrera. Ayer se limitó a arañar bonificaciones en el sector matinal -venció al sprint el británico Russel Downing (Sky)- y manejar su renta en la crono vespertina. Le bastó con eso para convertirse en el primer ciclista que puede con Contador en 2010.