El rector de la Universidad de Deusto confía en que el nuevo Papa lleve la austeridad a la Iglesia

El rector de la Universidad de Deusto y presidente de los centros jesuísticos, Jaime Oraá, ha confiado en que el nuevo Papa Francisco I sea capaz de hacer una "gran labor de reforma" llevando la atención y defensa de los pobres e imponiendo una "mayor austeridad" en la Iglesia. "Llevar eso, la cátedra de Pedro, a toda la Iglesia universal, sería una bomba si es que se lo dejan hacer en el nuevo cargo que asume", ha señalado.

El rector ha valorado este jueves en Bilbao como "un jesuita de a pie" el nombramiento del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como primer pontífice jesuita en los 500 años de historia de la Compañía de Jesús.

Oraá, que tuvo oportunidad de mantener un encuentro con el nuevo Papa hace año y medio en Argentina, lo ha calificado como una persona "extraordinariamente bondadosa, austera, muy cercana, con una gran capacidad de diálogo y escucha y con un compromiso con los pobres muy fuerte". "Es un hombre que no tiene coche oficial ni chófer, sino que va en metro y en los autobuses públicos y va a visitar los barrios más pobres de Buenos Aires", ha señalado.

Según ha indicado, el pontífice ha mostrado una "enorme preocupación por las desigualdades y casos de corrupción que hay en Argentina", que le han acarreado "algunas agresividades por parte de los poderes públicos".

Entre los principales retos a los que se enfrenta el nuevo Papa, Oraá ha situado "la suerte de miles de millones de personas que viven en la pobreza en los países de desarrollo y que no tienen los derechos humanos fundamentales asegurados". "Con sus cualidades, experiencia y la fuerza del espíritu esperemos que haga una gran labor de reforma en la Iglesia que lo necesita", ha indicado.

Igualmente, ha mostrado su confianza en que "imponga una mayor austeridad " y se convierta en interlocutor de las grandes potencias mundiales para lograr "un mundo más justo".

"El Papa no tiene cañones ni ejércitos. La única fuerza que tiene es la de fuerza de la palabra y lo único que puede intentar es a través del convencimiento a los grandes líderes mundiales y grandes poderes de este mundo", ha añadido.

Oraá ha indicado además que entre las cualidades del nuevo Papa debe estar también conocer la realidad mundial y como líder religioso estudiar fórmulas para transmitir la fe entre las personas que no creen además de mantener un diálogo interreligioso con el resto de confesiones.

Por último, ha explicado además que Francisco I no figuraba entre los principales candidatos para sustituir a Ratzinger por sus problemas de salud y ser a sus 76 años "demasiado mayor"para el cargo. Todo ello, unido a la decisión de dimisión de su antecesor, hacen prever a su juicio que será un pontificado "relativamente breve".