El cine español se vuelve negro

Pistolas, sexo y violencia. 'Agallas', de Samuel Martín y Andrés Luque, realizadores de TVE, coincidió ayer en la sección oficial con otra estimulante intriga, ambientada en círculos burgueses. En 'Un buen hombre', de Juan Martínez Moreno, Emilio Gutiérrez Caba es un catedrático que se carga a su mujer y tiene en un compañero de claustro (Tristán Ulloa) a un incómodo testigo. ZonaZine estrenó 'Ramírez', la crónica de un fotógrafo psicópata dirigida por Albert Arizza. Y Patxi Amezcua deslumbró con el 'thriller' '25 kilates'. Por lo visto en Málaga, el cine negro sustituye a los melodramas sociales con moraleja.

'25 kilates' une a un matón que cobra deudas y a una raterilla en una Barcelona con mafiosos y comisarios corruptos. La ópera prima del navarro avanza a través de imágenes y no de diálogos en una sentida historia de amor protagonizada por los actores Francesc Garrido y Aída Folch.