Declaran monumento un horno minero que deberá ser reconstruido en Ortuella

Hace 33 años que se apagó para siempre. El antiguo horno de calcinación de mineral de Golífar, sin embargo, deberá brillar pronto con su antiguo esplendor. El Gobierno vasco acaba de inscribir la planta de Ortuella en el inventario general del patrimonio cultural con la categoría de monumento, algo que obligará a las instituciones a reconstruir el complejo. El Ayuntamiento ya ha llegado a un acuerdo con la sociedad Sprilur, dependiente del Ejecutivo autónomo, para acometer la reforma y habilitar en su interior aulas de formación destinadas a trabajadores. La operación no es sencilla. Según el decreto firmado por la consejera de Cultura, Miren Azkarate, «requiere de un análisis documental previo del tipo edificatorio primitivo para que se consiga un restablecimiento del mismo».

La resolución, fechada el 1 de febrero y publicada en el Boletín Oficial de Vizcaya el pasado viernes, relata al dedillo cómo deberá ser la intervención. El proyecto ha de conservar los dos hornos de la estructura y recubrirlos, así como recuperar los elementos metálicos e incluso «las antiguas pasarelas sobre los vuelos y parte de la celosía metálica del elevador de baldes de carga».

Será en la tercera planta en la que se alojarán las aulas, si bien la instalación podrá incorporar nuevos edificios si no ocupan más de 200 metros cuadrados de la parcela. La urbanización de la zona deberá recuperar asimismo elementos que pongan de relieve el valor minero del horno -en funcionamiento entre 1961 y 1975- como baldes de carga, vagonetas y tramos de vías. En las próximas semanas, Sprilur espera tener preparado el plan para rehabilitar la estructura, que permitía eliminar las impurezas del hierro y aumentar su calidad en un 20%. Un sistema singular que entonces sólo se utilizaba en Austria e Italia.