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Vivir verano

La vuelta al cole empieza una semana antes

No es un mito, los niños necesitan unos días de adaptación antes de iniciar las clases para retomar la rutina sin dramas

Jueves, 28 de agosto 2025, 00:08

La vuelta al cole ya ha empezado. Y no, no se trata del reclamo publicitario de unos grandes almacenes ni de una manera de hablar. ... El regreso a las aulas de los más pequeños se debe planificar con al menos una semana de adelanto para que la reincorporación a la rutina sea lo más llevadera posible para todos los miembros de la familia después de casi tres meses de vacaciones, comidas a deshoras y poca prisa para meterlos en la cama. «El periodo de adaptación es fundamental porque los seres humanos no somos máquinas, no nos reprogramamos de un día para otro. Y aunque es verdad que los niños se adaptan muy rápido a los cambios, tenemos que darles un tiempo para que los procesen e interioricen», argumenta la psicóloga infantil Silvia Álava.

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A escasos diez días de que empiecen las clases en la mayoría de los colegios, es un «muy buen momento» para iniciar el periodo de adaptación, coinciden los especialistas. «Aunque los padres tendemos a restarle importancia, lo cierto es que los ritmos de vigilia, al igual que otros ritmos biológicos, precisan de una adaptación a las nuevas circunstancias y horarios, sobre todo después de las vacaciones de verano. En este periodo, los niños pueden presentar diferentes trastornos como cansancio, ansiedad, falta de concentración, tristeza, decaimiento...», enumera el doctor Sergio Negre, coordinador de Pediatría del hospital Quirónsalud de Valencia.

Por este motivo, resulta «fundamental» empezar por ajustar los ritmos de sueño. Después de un verano en el que probablemente los pequeños de la casa se han acostado y levantado más tarde de lo habitual –y además sin despertador–, «la clave está en ir metiéndolos en la cama un poco antes cada noche en los días previos para que estén más o menos hechos al nuevo horario cuando empiecen las clases», propone Silvia Álava.

Desayuno cronometrado

Lo mismo ocurre con los horarios de las comidas. Y eso significa que unos días antes de que arranque el colegio también deben empezar a desayunar, comer y cenar a la misma hora –más o menos– que lo hacen durante el curso. Pero no solo deben adaptarse al horario sino también al tiempo que tienen para las comidas. «Por ejemplo, en vacaciones se desayuna sin prisa, pero durante el curso cada minuto cuenta porque no se dispone de tanto tiempo, por lo que es importante espabilar a los pequeños para que no se queden mirando a las musarañas y se centren en tomar el desayuno lo antes posible», insisten los expertos. También es un buen momento para dejar a un lado los excesos veraniegos –helados, chuches, macarrones con tomate a todas horas, bollería...– y retomar hábitos alimenticios más saludables.

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La vuelta al cole es un momento de muchas emociones para los más pequeños. Alegría por volver a ver a los amigos, pero también inquietud por los posibles cambios, miedo a no estar a la altura del curso, incertidumbre ante lo desconocido... «Es importante que hablemos con ellos para que nos cuenten cómo se sienten ante la idea de volver al colegio porque se enfrentan a muchas cosas nuevas: profesores diferentes de un curso a otro, materias nuevas, aulas distintas, compañeros que cambian... Y todas estas cosas pueden causarles nerviosismo e intranquilidad, por eso es fundamental que lo expresen», aconsejan en la Fundación Educo.

Siempre positivos

En este sentido, los expertos insisten en destacar los aspectos positivos de la vuelta al cole (reencontrarse con los amigos, jugar, aprender cosas nuevas, conocer a otros niños...) en lugar de centrarse en los negativos (madrugones, cambios, prisas, etc.) para que los más pequeños entiendan que retomar las clases no es nada malo. Y aquí los padres juegan un papel muy importante. «Es fundamental que no nos vean preocupados o desanimados», añaden en Educo.

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Involucrarles en todo el proceso que implica retomar las clases hace que la vuelta sea más llevadera. «Pueden acompañarnos a comprar el material escolar, mochilas, chándal, libros, uniforme... Eso les ayuda a entender que las vacaciones se acaban y que deben prepararse para un nuevo curso». Si los niños son pequeños o es la primera vez que acuden a un centro escolar, es importante explicarles bien todo lo que va a ocurrir durante los siguientes días para que se sientan más seguros. «Dónde van a estar, cuánto tiempo, qué van a encontrarse...».

Crece la venta de material escolar de segunda mano

Libros de texto, de lectura, mochilas, uniformes, calculadoras... La venta de material escolar de segunda mano crece como la espuma. Según los datos que maneja la plataforma Wallapop, más de la mitad de los estudiantes y sus familias (54%) ya compra en este mercado para preparar su regreso a las aulas sin que el bolsillo se resienta tanto. Por cierto, junio es el mes del año «de mayor actividad en la compraventa de material escolar de segunda mano. De hecho, solo un día después de finalizar las clases, las publicaciones de artículos relacionados con el colegio aumentaron un 95% en comparación con los días previos», desvelan en fuentes de este portal. Los productos más vendidos son los libros de texto, seguidos de uniformes, mochilas y dispositivos electrónicos como calculadoras, ordenadores o tabletas al ser «artículos que suelen estar en condiciones óptimas para ser reutilizados».

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