'Silent Hill 2': Un remake en mayúsculas
Crítica ·
El clásico de Konami se moderniza en PlayStation 5 y compatiblesMarc Fernández
Martes, 15 de octubre 2024, 10:16
Bloober Team tenía la difícil tarea de producir el remake de 'Silent Hill 2'. No eran pocos los atisbos de duda que rondaban en la mente de los jugadores, pues el currículum de la compañía no parecía ajustarse a las necesidades de lo que supuso en su momento la magnánima obra del Team Silent. Por otro lado, la franquicia llevaba años en horas bajas, y esta nueva venida iba a ser el primer paso hacia su redención. El resultado habla por sí solo: estamos ante uno de los regresos más logrados de la industria.
Esta no es la primera vez (ni será la última) que hablamos de Silent Hill 2 en esta casa; si hay algo que permite el videojuego es poder abordarlo a través del tiempo, a través de los ojos del presente; ver cómo, a su paso, han evolucionado la industria y la tecnología como medios de producción artística. Además, por su propia naturaleza, el terror es un género íntimamente vinculado a nuestra cultura: funciona como medio de expresión de los miedos a los que la sociedad se enfrenta día tras día.
Silent Hill 2 es el mayor exponente a la hora de pensar en un buen videojuego de terror: ha sido alabado por la crítica en múltiples ocasiones, servido como fuente para estudios de investigación, y se fomenta replicar su éxito en el sector. Bloober Team supo entender su legado y ha ofrecido un producto que, además de respetar los detalles más ínfimos, ha elevado su magnitud a la enésima potencia. Veamos qué novedades se han introducido con respecto al original.
En cuanto a narrativa, los pilares son exactamente los mismos y los personajes se mantienen inalterables en esencia (más allá de los modelados inéditos y las variaciones en los planos, para fortalecer la experiencia). Los cambios que atañen a María o Ángela, que cobran aquí mucha más presencia, han despertado a nuestro entender una polémica del todo injustificada.
Para la vuelta a Silent Hill 2 había que trastocar otro aspecto importante: la cámara aérea fija del survival horror clásico carece de sentido, por lo que ha sido descartada en pos de la cámara al hombro. Esta innovación técnica, además, ha permitido reformular los enfrentamientos: el combate se ha agilizado a grandes rasgos. La introducción de la esquiva permite una acción más dinámica, aunque en general se conserva cierta tosquedad intencional con tal de mantener viva la esencia del control original.
El uso de la cámara moderna permite un enfoque mucho más 'cinematográfico', e incorpora a la pantalla mucha más información. El pueblo es rico en detalles, y la exploración resulta fundamental para el avance en la historia. Tanto la ciudad como los míticos escenarios de la aventura (la prisión, el hospital, el lago...) han sido reformulados y ampliados; manteniendo, eso sí, el proceder mecánico de explorar cada localización puerta por puerta. La configuración de los espacios en el juego tiene un potente sentido narrativo que casa mucho con los conceptos de la estética japonesa. Bloober ha sabido trasladar todo esto de forma mayúscula, porque ahora el título primigenio palidece a su lado.
Otra decisión acertada ha sido mantener la interfaz limpia: radares, menús desplegables y barras de vida podían torcer la inmersión. Igualmente, un marco rojo aparece cada vez que desciende la salud de James y 'ensucia' la pantalla, lo que nos fuerza a consumir curas. Es una manera muy inteligente de trasladar (en mecánicas de videojuego) el malestar que siente el protagonista.
Por supuesto, todo estos aspectos no serían tan potentes si Silent Hill 2 no contase con el mejor diseño de sonido del año. Coronado por el trabajo de Akira Yamaoka, quien ha echado el resto al reinventar la banda sonora del 2001.
Colegimos pues que Bloober Team ha sentado precedente con uno de los remakes más efectivos de la historia: 'Silent Hill 2' vuelve a ser firme candidato a juego del año.