'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess': acción y estrategia bajo un lienzo mitológico
Crítica ·
Lo último de Capcom llega el 19 de julio a Xbox, PlayStation y PCMarc Fernández
Martes, 16 de julio 2024, 08:08
Una de las virtudes del videojuego como disciplina artística es el potencial estético que alberga a distintos niveles. Lo visual, sonoro y mecánico se conjugan para dar lugar a una infinidad de posibilidades narrativas. Como medio de expresión es único: no solo es capaz de atrapar y exhibir elementos de otros medios (como la pintura, la música, la interpretación…), sino que es más que la suma de sus partes. Ofrece algo radicalmente distinto.
Para la industria nipona del ocio electrónico, la cultura japonesa supone una fuente de riqueza excepcional por todo lo que conlleva. No solo por su conocido pasado histórico feudal con su abundante iconografía, sino además por todo un elenco de figuras mitológicas a exprimir. Aquí es cuando entra Capcom, una de las compañías más destacadas del sector, que ha ido ganando cobertura especialmente durante los últimos años a escala internacional, ayudando a algunas de sus franquicias de nicho a convertirse en referentes para el público masivo.
Lo que más destaca de 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' es su potente primera impresión estética: el novísimo título de acción no se corta a la hora de inundar la pantalla de coloridas figuras. Tal así que solo un vistazo resulta abrumador: una ambientación fantástica, plagada de los elementos clásicos de la mitología japonesa, donde el realismo brilla por su ausencia y lo que destaca principalmente es la magia de un apartado artístico que, según la propia compañía, sigue los pasos de franquicias como Okami o el más reciente Shinsekai.
La premisa que marca el juego es más bien sencilla: una montaña sagrada ha sido infestada por la corrupción que los humanos han provocado, e innumerables hordas de criaturas malignas se sienten atraídas por ella. En ayuda de la sacerdotisa de la montaña, hemos sido invocados cual avatar para purificar sus tierras. Como guardianes samurai, protegeremos a la susodicha a espadazo limpio, con un buen número de habilidades de combate mediadas por mecánicas 'hack and slash' y a lo largo de unos escenarios enfermizos en cuanto a nivel de detalle.
Además de todas las características que trae consigo el género, Kunitsu añade cierto componente estratégico al poder comandar unidades de combate para que el enfrentamiento, con las horas, se torne menos abrumador; estas unidades simples podrán ser mejoradas mientras avanzamos, lo que permitirá articular un buen número de estrategias. En general, no se trata de un título exigente ni mucho menos, aunque los jefes finales (de inspiración muy arcade) darán problemas a los jugadores menos preparados.
A fin de cuentas, aunque Kunitsu no será uno de los desarrollos más destacados del año, entrará por los ojos (y convencerá a los mandos) a cualquier amante del universo nipón.