Wombo, la aplicación de moda que hace cantar a tus fotos

Hace unos días hablamos de 'MyHeritage', web que ganó popularidad al hacer que las fotos de nuestros seres queridos (fundamentalmente quienes ya no están) cobrasen vida. Como las modas en internet son tan fugaces, ya tenemos aplicación sustituta en materia de 'deepfakes', tecnología por la que diversos algoritmos de inteligencia artificial se conjugan para suplantar identidades en vídeo.

Nos referimos a 'Wombo', disponible en las tiendas de aplicaciones de Google y Apple, que confiere animación a cualquier foto para que 'cante' al ritmo de la canción escogida. El resultado es de lo más efectista: Donald Trump o el mismísimo Papa Francisco mueven los labios al compás de los temas más insospechados, contoneos de cabeza y caídas de ojos inclusive.

Usar la aplicación es tremendamente sencillo: una vez descargada -gratuitamente- tendremos que concederle permiso para acceder a la cámara de nuestro teléfono y pulsar sobre la opción 'Let's Go!' ('¡Comencemos!'). La siguiente pantalla nos permite convertirnos en protagonistas de la toma musical: basta sostener el móvil a la altura de los ojos, colocarnos dentro de la silueta y tomar una foto (siempre teniendo en cuenta que Wombo funciona mejor si no sonreímos).

A continuación pulsamos sobre el botón verde con una 'W' circunscrita, seleccionamos la canción que nos interese y confirmamos para que dé comienzo el proceso de creación. A los pocos segundos vislumbraremos el resultado, pudiendo guardarlo en el carrete de nuestro smartphone o enviárselo a un amigo a través de cualquier aplicación de mensajería.

La otra opción de Wombo es acometer el mismo proceso a partir de una imagen almacenada en la galería del teléfono. Pulsamos para ello en el icono sito a la izquierda del botón de captura, seleccionamos la foto que más nos convenza (mejor un rostro en primer plano) y pulsamos sobre 'Done' ('Listo').

Con más de 2,2 millones de descargas registradas en pocos días, Wombo también cuenta con una opción 'premium', que suprime las inserciones publicitarias y concede acceso a contenido exclusivo. Lo que no mejora es la elevada compresión de los vídeos o la pobre gestión de los fondos, que obliga a situarnos frente a una pared o cualquier otro escenario plano.