«Verdor, ríos, monumentos... ¡Esto parece hecho a capricho!»
Oña es uno de esos pueblos privilegiados que pueden chulearse tanto de su patrimonio artístico como de su patrimonio natural, con un montón de senderos ... que se internan en los montes Obarenes o acompañan al río Oca por su desfiladero. «Es una zona de transición a la Meseta y aún mantiene el verdor. Hay ríos, hay monumentos... ¡Parece que esté hecha a capricho!», celebra José Antonio Pérez, de Leioa, que ha venido con la familia a pasar el día. «Nosotros hacemos senderismo todo el año», aclara su mujer, Yolanda Docampo. Ya se han dado una buena caminata, pero les queda pendiente el desfiladero (ahí la hermana de Yolanda, Inmaculada, lo va a pasar un poco mal por el vértigo) y la visita a Poza de la Sal.
La familia tiene su base de veraneo en el pueblecito de Bisjueces, una pedanía de Villarcayo con treinta y tres habitantes censados, pero que vuelve a revivir cada verano. Hagamos un poco de publicidad a Bisjueces, ¿no? La tarea no resulta difícil, porque en estas comarcas no hay lugar al que la historia no le haya dejado algo interesante en herencia: «Tiene una iglesia dedicada a los dos primeros jueces de Castilla, Laín Calvo y Nuño Rasura», ilustra José Antonio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión