La 'Y' vasca cumple 17 años en obras y ya es el trazado que más retraso acumula del país

Además de zanjar una obra con la que en algunos momentos se estuvo a punto de tirar la toalla, la apertura de Pajares trae aparejada la inminente puesta en funcionamiento del AVE a Asturias. Será el 29 de noviembre cuando comiencen a circular los primeros trenes desde la meseta hacia Pola de Lena, localidad ubicada a 30 kilómetros de Oviedo y 49 de Gijón. Por ahora no está previsto que la alta velocidad llegue a las grandes ciudades del Principado.

La otra gran consecuencia de lo que está a punto de pasar afecta a Euskadi. Una vez cerrada la carpeta asturiana, la 'Y' vasca ha pasado a ostentar el dudoso honor de ser la obra más retrasada de todas las que quedan pendientes en la red AVE. Que no son muchas. Solo son cuatro las comunidades autónomas pendientes de sumarse a la alta velocidad. Al País Vasco, cuyo trazado lleva 17 años en ejecución, se suman Navarra, Cantabria y La Rioja. Añadan si quieren a Extremadura, que tiene el recorrido a medias. Pero nada más.

En septiembre de 2006 el presidente de Estados Unidos era George W. Bush. La ABC estrenó la serie 'Perdidos', España se proclamaba campeona del mundo de baloncesto en Japón y el Athletic perdió 1-3 con el Barça en el viejo San Mamés. Acababa de dimitir Lamikiz. Jugaron Lafuente, Sarriegi, Casas, Ustaritz, Iraola, Orbaiz, Javi Martínez, Yeste, Garmendia, Etxeberria y Urzaiz.

Aquel mes empezaron también las obras de la 'Y' vasca. La primera piedra del recorrido se puso en el entorno del municipio alavés de Arrazua-Ubarrundia. Se anunció que el objetivo era que el Tren de Alta Velocidad entrara en funcionamiento seis años después. En 2012. Nada más lejos de la realidad. Las sucesivas crisis económicas que llevaron a revisar partes del proyecto para ajustar costes, el boicot de los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale, las dudas iniciales de algunos alcaldes del PNV, la amenaza de ETA y la inestabilidad del Gobierno central durante el último lustro han ido lastrando un proyecto ya de por sí complicado. Crear un trazado de 175 kilómetros no es sencillo en la escarpada orografía del territorio.

El TAV no se inauguró en 2012, claro. Ni en 2015, ni en 2019, ni en 2023 pese a que los sucesivos ministros de Fomento -ahora de Transportes- marcaron públicamente esas previsiones. Hasta once fechas de puesta en funcionamiento diferentes se han anunciado para la infraestructura desde que el proyecto comenzara a esbozarse sobre el papel a finales de los 80. La última previsión habla de 2027, aunque parece complicado que haya algo más que viajes de prueba. Además de testar la seguridad del trazado, durante meses los trenes circulan vacíos por los nuevos recorridos con el objetivo de formar a los conductores. El AVE llegó a Burgos en julio de 2022 tras cerca de un año de 'prácticas'.

De momento, la única certeza es que de los 31 tramos en los que se dividió la obra de la 'Y' vasca están culminados 25. Traducido a kilómetros: en 17 años se han ejecutado 148,5 y quedan por rematar 26,5. La mayor parte en Bizkaia y en el nudo de Bergara, el límite con Gipuzkoa. Dicho de otro forma: el 15% del recorrido está aún a medio hacer. El presupuesto invertido hasta la fecha ronda los 3.900 millones. Casi lo mismo que en el túnel de Pajares.

A la espera de que se le ponga día y hora al arranque de las operaciones del AVE a Asturias, desde aquel septiembre de 2006 en el que se empezó a trabajar en Euskadi son ya 37 ciudades españolas las que se han sumado a la red de alta velocidad. Capitales como Barcelona, Tarragona, Valladolid, Segovia, Valencia, León, Alicante, Santiago y Murcia. Pero también municipios modestos como Antequera, Requena, Tardienta, La Gudiña y Otero de Sanabria. El primero roza los 40.000 habitantes. El último no llega a 30. La explicación es que dan servicio a comarcas con malas comunicaciones.

No son ni dos ni tres las veces que los políticos vascos, con el lehendakari a la cabeza, se han quejado de la situación y el descomunal retraso. No se piensa solo en la mejora que supondría para atraer turistas, un sector al alza, también en la pérdida de competitividad que sufre Euskadi sin alta velocidad en su pugna por atraer empresas y eventos respecto a territorios con objetivos similares. El ejemplo más evidente es el de Málaga, que tiene AVE desde 2008. A Euskadi llegará, como mínimo, 19 años después.

Esa es la previsión. Aunque ya hay algunas certezas. Es seguro es que en 2027 en ningún caso estarán listas las estaciones soterradas de Bilbao y Vitoria, ni el acceso a la capital vizcaína. La 'Y' vasca llegará a un apeadero provisional que va a levantarse en Basauri durante un tiempo indeterminado. Tampoco estará culminado el enlace con Burgos, que es el que conectará Euskadi con la red AVE.