El Día de Todos los Santos es de ese tipo de festivos en los que siempre huele a colonia en los descansillos de los pisos. ... Son muchas las personas -es verdad que sobre todo las mayores- que aún dan sentido a eso de 'vestirse de domingo' y se encaminan hacia los cementerios con flores. Al mediodía, cuando por la calle se trasiega con bandejas de pasteles y se da cuenta de platos de rabas, en las casas comienza a oler a cordero asado o a langostinos a la plancha. Este primero de noviembre, así como todas las jornadas de fiesta con liturgia, del tipo que sea, me ponen algo melancólica porque sus protocolos me remiten a mi infancia, a los días en los que no faltaba nadie en la mesa. Hace mucho ya de todo eso, tanto, que recuerdo perfectamente que antes no se celebraba Halloween. Los escaparates no se llenaban de disfraces ni de murciélagos de papel ni de falsas telarañas. Por todo efecto especial, nos quedábamos con la oscuridad que añadía a las tardes el cambio de hora.
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Las costumbres cambian y, la mayoría de las veces, resulta estéril resistirse; sin embargo, hay cosas a las que no me acostumbro. El pasado lunes, a las dos del mediodía, estaba yo con unos amigos en una calle de Llodio en la que hay varios bares. El ambiente era inequívocamente festivo, de vermut y plato de aceitunas, y de reuniones familiares. Nos sentamos en una terraza y pronto nos fijamos en tres chicos, vestidos con traje, que sujetaban grandes carpetas y llamaban a los porteros de las casas, como hacen los niños en Halloween. Pero quienes abrieron, levantándose quizá de la mesa en torno a la que se habían reunido con sus familiares en un día festivo de los que huelen a colonia, se encontraron con la retahíla de los agentes comerciales de una compañía telefónica, que, tal y como supimos, era quien había contratado a esos tres jóvenes que estaban llevando a cabo una tarea tan ingrata como ésa, acuciados, sin duda, por la necesidad de trabajar. Truco o trato o acoso al cliente y precariedad laboral. Hoy en día pasan películas de miedo a cualquier hora y cualquier día.
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