Los pasajeros de un autobús San Sebastián-Barcelona evitan un accidente al coger el volante tras el desvanecimiento del conductor
Dos personas descubrieron que el vehículo se iba contra la bionda y tomaron el volante hasta llevarlo al área de servicio de Cortes, en Navarra
Carmen Remirez
Jueves, 8 de junio 2023, 17:56
Los pasajeros del autobús de línea que cubre el trayecto entre San Sebastián y Barcelona lograron evitar la tragedia al poder reconducir la dirección del vehículo, que se iba contra la bionda de la autopista.
El chófer se desvaneció en plena marcha a la 1.30 horas de la noche del martes al miércoles, cuando circulaban por la A-68 después de pasar Tudela y fueron los miembros del pasaje quienes se dieron cuenta de que el conductor no respondía y que el vehículo circulaba sin control. Dos de ellos se hicieron con el volante y pudieron detener el autobús sin que se produjeran heridos, según informa El Diario de Navarra.
Una vez parados en el arcén, una de las personas a bordo, que había trabajado como camionero, se ofreció a llevar el autobús, de la compañía Monbus, hasta el área de servicio de Valcarce, en Cortes, donde acudió otro chófer de la compañía para poder reanudar el trayecto. La Policía Foral les escoltó durante este recorrido y quedó a cargo de investigar lo ocurrido. El chófer fue trasladado en ambulancia al Hospital Reina Sofía de Tudela.
«Nos íbamos a estrellar»
Según describe este pasajero catalán de 48 años, profesional del área de las Matemáticas, la probabilidad de que un suceso como el que se vivió a bordo de este autobús de Monbus se resuelva sin un accidente grave es muy baja. Pero existe. Y si en este caso se dio.
Este hombre relata de esta manera cómo lo vivió él, y agradece especialmente la intervención de los pasajeros que dieron el paso adelante de ponerse al volante para evitar el siniestro, así como de la Policía Foral, que les escoltó y acompañó hasta la llegada del chófer que sustituyó al herido. «Habíamos salido a las 23.30 horas de San Sebastián, viajábamos unas 40 personas, como tres cuartos del pasaje. Íbamos medio dormidos hasta que empezó a notarse que pasaba algo raro. Lo primero que yo pensé es que habíamos pinchado una rueda, pero rápidamente alguien vio que el autobús iba sin rumbo y que íbamos a acabar fuera de la carretera». En pocos segundos se sucedieron los gritos de pánico. «¡Que nos estrellamos!, se oía, y la gente comenzaba a arremolinarse alrededor del chófer», relataba.
En cuestión de pocos segundos vieron que el conductor no respondía, se había mareado. «Un chico y una chica se acercaron, se hicieron cargo del volante y del freno, y nos salvaron a todos. Fueron momentos muy tensos, pero con final feliz». Una vez detenida la marcha, lo peor había pasado, pero el autobús se encontraba detenido en mitad de la autopista, de noche, y con una persona mareada y necesitada de atención médica. «Nos habíamos salvado, nos tranquilizamos un poco, pero había que pensar qué hacer. Llegó la Policía Foral y uno de los pasajeros, un conductor profesional de camiones, se ofreció a conducir el vehículo hasta el área de servicio de Valcarce, en Cortes.
«Le aplaudimos, fue muy valiente». Una vez que un taxi llevó hasta el lugar al conductor sustituto, el autobús retomó el recorrido. En lugar de llegar a Sants a las 7.30, lo hicieron unas dos después, pero ilesos. «Después de lo que nos pasó, no es lo de menos», reflexionaba este viajero.