Una militar trans dice que está a gusto con su cuerpo de hombre y se hace famosa en televisión

Desde hace unas semanas una militar sevillana llamada Francisco acapara el protagonismo de los programas de sociedad de la televisión. Su caso es curioso, cuanto menos. Ella logró cambiarse de género en el DNI gracias a la ley Trans que se aprobó hace un año y ahora denuncia que sus superiores en el Ejército no le dejan utilizar el vestuario de chicas.

Francisco mantiene su nombre original y su cuerpo de hombre. Ella no quiso hormonarse. «Mi aspecto físico a mí no me molesta, me gusta cómo soy, me levanto y me siento bien», asegura en cada plató de televisión. El mismo argumento utiliza para su nombre masculino: «Para mí sería incluso más estúpido que me llamara Josefina, creo que sería más absurdo».

Francisco no deja indiferente a nadie. En Antena 3, Sonsoles Ónega no daba crédito al escuchar su testimonio, y en Telecinco, Joaquín Prat, se indignó con ella: «Llamándote Francisco, siendo un tiarrón que no se ha sometido a ningún tratamiento hormonal, decirte bienvenida, permíteme, me choca bastante». Ella, le perdonó y Patricia Pardo cogió el testigo de su compañero. Le preguntó por su orientación sexual y Prat recordó que en pasadas entrevistas se había definido como «lesbiana». Francisco, matizó: «Aquí es diferente porque puedes ser homosexual, bisexual y puedes meter en la cama a quien tú quieras. Estamos hablando de género o de orientación sexual, puedo tener la orientación sexual que quiera, nunca he probado a un hombre».

Que a Francisco le gustan las mujeres es fácilmente comprobable para la cadena, que escarbando en su hemeroteca ha encontrado la cita que la militar tuvo con una joven en 'First Dates'. Allí se definió como «un militar especializado en el mundo de la estética que soñaba con encontrar el amor» y confesó a su cita que el pelo largo era su «fetiche».

Una vez logrado ser considerado oficialmente mujer, la siguiente lucha que Francisco plantea en su vida es contra sus oficiales. Iniciará acciones legales al sentirse discriminado, asegura. «Pensé que iba a ser algo más normal, porque yo siempre me he llevado bien con todo el mundo. Desde que solicité verbalmente el cambio de taquilla se encendió la pólvora. Todo eran rumores y oficiales que querían hablar conmigo. Me mandaron una citación para hablar con un mando jurídico venido de La Coruña para 'solventar unos problemas'. En ese momento me pregunté qué problema he causado yo, qué mal he hecho al Ejército o al Ministerio de Defensa. A partir de ahí dejé de dormir bien».

Actualmente, Francisco está de baja por una lesión en su hombro. «Yo entiendo que mi apariencia puede chocar, pero no voy insultando a nadie».

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