Imputan a dos ertzainas por la agresión a una mujer en los calabozos de la comisaría de Getxo
La víctima, que había sido detenida por encararse con unos agentes que identificaron a un mendigo, recibió un tortazo y varios puñetazos, como se aprecia en el vídeo que EL CORREO da en exclusiva
DAVID S. OLABARRI Y MELCHOR SAIZ PARDO
Miércoles, 24 de abril 2019, 00:37
Dos ertzainas -un hombre y una mujer- declararon a finales de febrero en sede judicial en calidad de investigados -la nueva terminología judicial para ... referirse a los imputados- por la agresión que sufrió una detenida en los pasillos de los calabozos de la comisaría de Getxo en mayo de 2018. La víctima, de 42 años, había sido arrestada por encararse con unos agentes que estaban identificando a un «mendigo» que pedía limosna en la puerta de un supermercado de la localidad vizcaína. Ya en comisaría, uno de los agentes le propinó un tortazo y al menos tres puñetazos en la cara después de que la detenida desobedeciese las órdenes que le estaban dando los funcionarios y tratase de coger su cartera de forma insistente antes de ser introducida en la celda.
El incidente quedó grabado por una de las cámaras de seguridad de la propia ertzain-etxea en un vídeo al que ha tenido acceso EL CORREO. El caso está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Getxo. Por su parte, los agentes imputados también han denunciado a esta mujer, a la que acusan de sendos delitos de lesiones y de atentado contra la autoridad. De hecho, los funcionarios fueron los primeros en presentar una denuncia.
Todo comenzó en la puerta de un supermercado de Getxo el 26 de mayo del pasado año. Según declaró ante la jueza, S. S. fue ese día con su novio a hacer unas compras de cara al fin de semana. Fueron en moto. La mujer se quedó en la puerta esperando porque se había hecho un esguince en un tobillo y tenía dificultades para caminar. Fue entonces cuando llegó una patrulla de la Policía vasca. Se bajaron del coche y fueron a identificar a un «vagabundo» que estaba pidiendo limosna en la puerta del establecimiento comercial. Ella se acercó a los funcionarios al considerar que lo que estaba viendo era «injusto», que los agentes que acudieron -distintos a los que después protagonizaron el incidente en comisaría- no estaban tratando bien a esa persona. Según su declaración, uno de los ertzainas la empujó y la dijo que se apartase. El otro la mandó a «tomar por el culo» y la volvieron a empujar. Ella se negó a marcharse, les mandó también a «tomar por el culo» y acabó detenida. Por su parte, los ertzainas imputados se limitaron a señalar ante la jueza que no intervinieron en esta detención, a pesar de encontrarse en las inmediaciones. E insistieron en que sólo saben que la mujer había protagonizado un «incidente» y que se encontraba en actitud amenazante.
La víctima aseguró que sólo quería recoger su cartera porque tenía miedo a sufrir un robo
«¡Para ya!»
Esta pareja de policías fue, en todo caso, la encargada de realizar el traslado a comisaría. Fue allí donde se produjeron las agresiones. Según declaró la denunciante, sólo quería llevarse su cartera a la celda porque llevaba «mucho dinero» encima y había oído historias de personas que salieron de comisaría «con menos dinero del que tenían antes de ser detenidas». Y dijo que fue entonces, en el momento en el que ella estaba exigiendo «sus derechos», cuando el ertzaina comenzó a «puñetearle en la boca» mientras le decía que se callase «de una puta vez». Sólo dejó de golpearla -dijo- cuando su compañera, que también ha sido imputada, le dijo «¡para ya!».
Después de lo ocurrido, los agentes denunciaron a la mujer y acudieron a los servicios médicos para ser evaluados. El ertzaina, de 54 años, presentó lesiones por arañazos en la «región frontal, pectoral y en la mano derecha». La policía, de 48, acudió al médico porque dijo que se había torcido la rodilla durante la actuación.
S. S., por su parte, rehusó en un principio a ser asistida por el primer abogado de oficio e incluso rechazó ser atendida en el hospital porque «no confiaba» en la actuación judicial y policial. Al día siguiente, con una nueva letrada de oficio, acudió al médico forense, que certificó una serie de lesiones, sobre todo en la cara, en el torso y en los brazos. Según los últimos informes médicos, desde entonces la mujer sufre un trastorno en el estado de ánimo que requiere de atención especializada.
Fue en ese momento cuando comenzó el proceso judicial: por un lado, la denuncia a la detenida por atentado contra la autoridad y, por otro, la denuncia a los agentes. Los ertzainas declararon en los juzgados de Getxo a finales de febrero. El agente que propina los golpes asegura que intervino «con un poco de contundencia» porque «vio comprometida la seguridad» de su compañera cuando la mujer quiso coger la cartera. También dijo que el «forcejeo» se produjo al querer llevarla a la celda después de que se agarrase al marco de la puerta y que el primer «manotazo» fue de ella. El agente subrayó que le «mordió» y que actuó conforme al protocolo de detención de la Ertzaintza.
Su compañera declaró en sede judicial que la mujer pensaba que la iban a «robar» cuando la llevaron a la celda y que eran unos «ladrones». También relató que la detenida se «lanzó» hacia su mano para coger su cartera. Y que fue entonces cuando se «enzarzó» con su compañero. En este sentido, afirmó que ella no vio «nada» de los golpes porque fue todo muy «rápido». Eso sí, admitió que trató de ponerse «en medio».
El Departamento de Seguridad, dispuesto a colaborar para esclarecer los hechos
El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco insistió ayer en que desde el primer momento ha mostrado su «disposición total» a colaborar para que se «esclarezca» lo ocurrido en la comisaría de Getxo en mayo del pasado año. De hecho, según recalcaron desde la consejería en declaraciones a EL CORREO, fue el propio departamento el que aportó las grabaciones de las cámaras de seguridad al Juzgado de Instrucción que investiga el caso por las lesiones que, presuntamente, sufrió una mujer cuando se encontraba en los pasillos de los calabozos.
En su contexto
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26 de mayo de 2018. Ese día, una patrulla acude a un supermercado de Getxo e identifica a un «mendigo» que pedía limosna en la puerta. Una mujer se encara con los agentes y acaba detenida.
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Cámaras de seguridad. Las cámaras de la comisaría graban el momento en el que la mujer llega a dependencias policiales y se produce la agresión en los pasillos, antes de ser introducida en la celda.
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27 de mayo. Se registran las denuncias. La primera es de los propios agentes. Después llega la denuncia de la mujer para «desvirtuar» los hechos que se le imputan en el atestado. Para ello, pide que se aporten todas las grabaciones que existen en dependencias policiales y en el exterior del supermercado.
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Imputados. A finales de febrero, los dos agentes declaran como investigados ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Getxo. El ertzaina que propina los golpes asegura que actuó al ver «comprometida la seguridad» de su compañera y que el primer «manotazo» fue de la detenida. La otra ertzaina, también investigada, dijo que trató de «ponerse en medio», pero que no vio ningún golpe porque todo pasó «muy rápido».
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