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Leire González | Jesús Falcón
Domingo, 20 de abril 2025, 09:09
La Ertzaintza investiga la agresión mortal que tuvo lugar la madrugada de este domingo en Irun y que acabó con la vida de un vecino de la localidad, de 45 años. El cuerpo sin vida fue hallado en el centro de Irun, en una calle cercana al Paseo de Colón. La víctima, A. A., presentaba un traumatismo en la cabeza y según las primeras indagaciones realizadas por la Ertzaintza, que mantiene abierta la investigación para esclarecer los hechos, el fallecido habría sido agredido por otra persona, según informó ayer el Departamento vasco de Seguridad. Al parecer, la víctima cayó al suelo tras recibir un puñetazo y falleció casi en el acto a causa de un traumatismo craneoencefálico. Al cierre de esta edición, no se había producido ninguna detención relacionada con el caso.
El aviso a la Ertzaintza tuvo lugar a las dos de la madrugada, cuando varios particulares alertaron a una patrulla que realizaba funciones de protección ciudadana por la zona. Estos ciudadanos avisaron de que un hombre se encontraba inconsciente y precisaba asistencia sanitaria tras una presunta agresión por parte de otra persona.Los agentes procedieron a llamar de inmediato a las asistencias sanitarias para atender a este hombre, que iniciaron en el lugar maniobras de reanimación cardiopulmonar. Una vez llegó la ambulancia al lugar de lo ocurrido, el personal sanitario atendió al hombre para tratar de reanimarlo aunque lamentablemente solo pudo confirmar el fallecimiento de la víctima, residente en la comarca del Bidasoa.
Los hechos tuvieron lugar en la esquina de la calle Miguel de Astigar con Cipriano Larrañaga, una zona muy concurrida con varios locales de hostelería a muy pocos metros del Paseo de Colón.
La Ertzaintza informó de que mantiene abierta una investigación junto con la colaboración de la Policía Local de Irun para aclarar las circunstancias de esta muerte y a sus autores, y que ha informado a la Autoridad Judicial. El cuerpo sin vida de la víctima fue trasladado al Instituto Vasco de Medicina Legal para practicarle la autopsia.
Hace solo una semana y media Irun también vivía el caso de otro hombre cuyo cuerpo apareció atado a una silla con síntomas de asfixia en una vivienda de la calle El Pinar. El pasado domingo fueron detenidas dos personas en Tarragona por su presunta relación con este asesinato. Ambos, dos hombres de 31 y 36 años de edad, permanecen en la cárcel de Martutene.
La noticia de la muerte de este hombre sorprendió a los vecinos que paseaban a primera hora por la zona, totalmente ajenos a lo ocurrido unas horas antes. La mayoría desconocía lo sucedido, ya que en el lugar de los hechos, tampoco en los aledaños, quedaba rastro de un hecho tan brutal, tan solo restos del cordón policial calle arriba. Sin embargo, «no es la primera vez que ocurre algo así», lamentaba un hostelero de la zona que levantaba la persiana del bar pasadas las 9.30 horas. «Suele haber bastantes peleas, follones…», en este entorno donde se ubican varios pubs frecuentados «por la comunidad latina», según comentaron varios vecinos.
«De la mitad de la calle (Cipriano Larrañaga, paralela al Paseo de Colón) hacia abajo es donde ocurren las peleas, por la noche la gente bebe más de la cuenta y pasa lo que pasa», añadían con cierta resignación. Recuerdan que «hace años, en una Nochevieja, hubo un muerto justo en esta zona de bares». El último episodio ha tenido lugar en la madrugada de este domingo, que acabó con la trágica muerte de este hombre de 45 años, y que presentaba un traumatismo en la cabeza.
Un trabajador del servicio de limpieza explicó a este periódico que fue su compañero de trabajo el que se encontró con el cordón policial mientras realizaba el recorrido habitual, que incluye la calle donde apareció la víctima. «Cuando mi compañero se encontraba trabajando tenían la calle acordonada, estaba la Ertzaintza, la forense… No sabía qué pasaba y cuando yo he entrado a trabajar han levantado el cordón policial y he podido acceder para proceder a la limpieza. Había un círculo de sangre en el suelo», decía señalando el lugar donde falleció el hombre.
Miguel Villameriel
El mes de abril está provocando sobresaltos en Irun. La muerte violenta esta pasada madrugada de un hombre en plena calle Cipriano Larrañaga, al parecer tras recibir un puñetazo que le hizo caer al suelo y le provocó un traumatismo craneoencefálico, viene a sumarse a otra muerte que se produjo hace semana y media, el pasado día 9, en un domicilio de la calle El Pinar. En aquella ocasión el suceso no fue tan fortuito, ya que el cuerpo de la víctima apareció atado a una silla con síntomas de asfixia. De hecho, a los dos detenidos días después en Cataluña se les imputa el delito de asesinato y permanecen encarcelados en la prisión de Martutene a la espera de juicio.
En aquella ocasión, este periódico también adelantó la noticia, el jueves día 10, de que la víspera se había hallado el cuerpo sin vida de un hombre en una vivienda de la calle El Pinar de Irun. La víctima presentaba indicios de haber sufrido una muerte violenta al aparecer atado a una silla. La Ertzaintza no proporcionó más información en un primer momento al estar el caso bajo secreto de sumario. El objetivo de este hermetismo era no perjudicar la investigación policial, ya que se estaba siguiendo el rastro de los presuntos autores del homicidio. De hecho, el pasado domingo finalmente fueron detenidos en Tarragona dos hombres de 31 y 36 años de edad, en colaboración con los Mossos.
El cadáver de la víctima, un varón de origen venezolano, fue localizado en la vivienda donde residía, en el segundo piso del portal número 7 de la calle El Pinar de Irun. Y, según pudo confirmar este periódico, el hombre -«de 53 años, de en torno a 1,75 metros de estatura y complexión robusta»- apareció atado a una silla y con síntomas de asfixia. La víctima, que respondía a las iniciales L. I., se encontraba caída en el suelo en una de las dependencias de la vivienda.
Fue en la madrugada del viernes 11 cuando la Policía Local de Calafell, en Tarragona, identificó a un hombre en su municipio. Y entonces les saltó a esos agentes locales el señalamiento emitido por la Ertzaintza de búsqueda y detención, por lo que procedieron de inmediato a su arresto. A continuación, intervinieron los Mossos d´Esquadra en la localización del domicilio donde supuestamente se alojaban los dos sospechosos del delito después de haber huido de Irun. Los Mossos detuvieron por tanto en la vivienda al segundo implicado.
Agentes de la Ertzaintza se desplazaron después hasta Tarragona para continuar con las diligencias efectuadas junto a la policía catalana. Y allí, a los detenidos se les ocuparon evidencias relacionadas con los hechos investigados. Entre ellas, tal y como relatan desde la Ertzaintza, unas joyas que los dos autores presuntamente sustrajeron del domicilio de la víctima en Irun.
Una vez realizado el traslado de los dos presuntos autores, de 31 y 36 años de edad, ambos fueron puestos a disposición del Juzgado de Irun que instruye el caso el pasado domingo. Y, finalmente, el juez decretó su traslado a la prisión de Martutene.
Lleva años trabajando en Irun y está acostumbrado a presenciar situaciones conflictivas en este entorno, más a las horas a las que tiene que realizar las tareas de limpieza. «Es un sitio que da miedo ir por la noche. Cuando me toca limpiar por aquí siempre voy con la pala en la mano, por mi seguridad».
Según transcurría la mañana, la noticia se iba conociendo entre los vecinos y los establecimientos que permanecían abiertos en las inmediaciones. En el local de bocadillos y snacks salados situado en el Paseo de Colón se encontraron con «un montón de coches de la policía, hacia las 4.30 horas y pensamos que algo gordo tendría que haber pasado».
Hace solo una semana y media Irun también vivía el caso de otro hombre cuyo cuerpo apareció atado a una silla con síntomas de asfixia en una vivienda de la calle El Pinar. El pasado domingo fueron detenidas dos personas en Tarragona por su presunta relación con este asesinato. Ambos, dos hombres de 31 y 36 años de edad, permanecen en la cárcel de Martutene.
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