Se queda encerrada en un comercio y pide ayuda desde el escaparate
La Policía Local rescata a una mujer que se quedó encerrada en un bazar chino después de que el establecimiento cerrara sus puertas
David Carrera
Martes, 19 de enero 2021, 08:52
La imagen, insólita, de una mujer atrapada en el interior de una tienda después de que el establecimiento cerrara sus puertas es 'trending topic'. La desafortunada protagonista de esta surrealista historia es una vecina de Torrelavega, que a última hora de la tarde del viernes realizaba unas compras en un bazar chino de la calle Joaquín Cayón, con tan mala suerte que los responsables del establecimiento, a la hora de bajar la persiana, no se dieron cuenta de que quedaba dentro una clienta.
La señora se quedó encerrada durante casi media hora, y es que los dueños no se percataron de la presencia de la mujer y cerraron la tienda dejándola allí atrapada. La señora, angustiada, reaccionó dirigiéndose al escaparate. Desde allí realizó señas a la gente que caminaba en ese momento por la calle pidiendo que la socorrieran. Fueron necesarios tres policías y un cerrajero para poder liberarla poco antes del toque de queda, alrededor de las 21.45 horas.
Los responsables de la tienda no se percataron de que en el interior aún quedaba una clienta
Despiste
La mujer se dirigió al escaparate para hacer señas y que los viandantes pudieran socorrerla
Reacción
El suceso tuvo lugar la tarde noche del pasado viernes cuando la mujer realizaba unas compras y tampoco se percató de que la tienda finalizaba su jornada. Nerviosa y apurada, según relatan testigos, la mujer, al verse encerrada, se dirigió al escaparate que da a la calle, y allí frente al ventanal llamó la atención de los viandantes de la calle Joaquín Cayón. Estos, incrédulos -algunos incluso pensaron que se trataba de un maniquí hasta que la mujer se movió-, avisaron a la Policía Local.
Alertados de que una mujer se encontraba encerrada en el interior de la tienda, los agentes llegaron al lugar e intentaron localizar a los dueños del local para abrir la tienda y liberar a la señora. Finalmente, con la ayuda de un cerrajero, abrieron el establecimiento y la mujer pudo salir poniendo fin al mal rato. Algunos de los vecinos de esta mujer mayor, que vive en la cercana calle El Cid, dicen que se trata de una «señora muy amable y discreta» que a pesar de que no permaneció mucho tiempo en el interior de la tienda encerrada, «ha sido suficiente para llevarse un buen susto».
Y algo de suerte tuvo, ya que la proximidad de la hora del toque de queda -establecida en Cantabria en las diez- podía haber hecho que pasara allí toda la noche al no haber ya gente en las calles. Si todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor en los últimos meses resulta increíble, la historia de esta anciana es de película. Aunque, en esta ocasión, con final feliz y con la imagen curiosa de la mujer dando la vuelta al mundo. Con su abrigo, su gorro y sus botas, tal maniquí, dispuesta para el rescate.