Varias comunidades autónomas se ven salpicadas por el fraude en sus OPE sanitarias
Canarias, Valencia, La Rioja o Aragón son algunos de los territorios en los que se han denunciado irregularidades
TERRY BASTERRA
Martes, 31 de diciembre 2019, 00:16
Galicia, Valencia, Andalucía, Castilla y León, Canarias, Euskadi... El listado de comunidades autónomas en las que se han denunciado presuntos fraudes en las oposiciones convocadas ... por sus respectivos servicios de salud es amplio. Y lo que es peor. Evidencia que la filtración de exámenes ha sido una práctica, si no generalizada, sí aceptada, a tenor de lo que aseguran los diferentes sindicatos que han llevado estos hechos ante la Justicia en las distintas regiones. Porque si en algo coinciden en la mayoría de los casos es que han sido las centrales las que han dado el paso y hecho públicas estas presuntas prácticas irregulares. Son contados los episodios en los que han sido los propios médicos -en Euskadi sí ha ocurrido así- los que han decidido sacar a la palestra el trato de favor hacia unos compañeros para que lograsen un puesto de funcionario pese a las consecuencias negativas que les podía suponer en su puesto de trabajo.
El último caso de presunto fraude que ha saltado a los medios hace apenas unos meses es también uno de los más escandalosos, no por el número de beneficiarios, sino por la identidad de estas personas. La hija de Casimiro Curbelo, presidente de La Gomera, una de sus amigas íntimas y el marido de ésta lograron los únicos tres aprobados en la OPE de Enfermería y lo hicieron sin fallos en sus respuestas, según recogieron los medios locales. Coincidencia o no, la pasada primavera el apoyo de Curbelo fue clave para el cambio de gobierno en las islas tras dos décadas de mandatos de Coalición Canaria. La de la hija del político canario no ha sido la única acusación por irregularidades en una OPE sanitaria en este territorio insular, pero sí la más llamativa.
Como en el caso de Canarias el intentar enchufar a los más cercanos en las OPE no es algo del todo inusual. Le pasó al Seris, el Servicio Riojano de Salud. Hace ya más de una década los sindicatos exigieron la anulación de una oposición para celadores ante la sospecha de que varias de las personas aprobadas lo hicieron por ser «familiares, afines o tener parentesco» con cargos políticos de esta comunidad.
En Aragón una investigación interna de la Consejería de Salud llevó ante los tribunales a un técnico informático del departamento por acceder al servidor en el que se guardaba el examen de Nefrología. Su mujer sacó la mejor nota de la especialidad. Hizo una prueba casi perfecta. En Galicia Comisiones Obreras acusó a otras centrales de querer favorecer a familiares de sindicalistas en los concursos de traslados.
Más similar al caso vasco es el que tuvo lugar en la Comunidad Valenciana. Allí en 2018 el Sindicato Médico presentó ante la Consellería de Sanidad Universal sendas denuncias por «presunto fraude» en los exámenes para obtener una plaza de funcionario en dos categorías: Urología y Anestesiología. En ambas la central apreció resultados sospechosos. Había pocas notas muy altas. La mayoría en cambio, eran llamativamente bajas. «Confiamos en acabar con la triste cultura del enchufe que hemos padecido durante muchos años y que se resiste a desaparecer a pesar de las modificaciones implementadas en el modelo de concurso-oposición», afirmó entonces el Sindicato Médico Valenciano.
Andalucía, Asturias, Castilla y León o Cataluña son otras de las regiones que se han visto salpicadas por presuntas irregularidades en los procesos para optar a un empleo público en sus respectivos sistemas sanitarios. Aunque donde más han trascendido los posibles casos de fraude ha sido en Euskadi. El Juzgado de Instrucción Número 2 de Vitoria investiga si hubo filtración de las preguntas a unos opositores concretos en trece categorías médicas. Los sindicatos personados en la causa -ESK y LAB- sostienen que el fraude ha podido afectar a una veintena de especialidades. Por el momento hay cinco médicos a los que se les encargó redactar los exámenes imputados por un presunto delito de revelación de secreto por funcionario público. Todos ellos formaban parte de los tribunales calificadores de sus respectivas especialidades.
En su contexto
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13 especialidades de la última OPE están bajo investigación: Anestesia, Angiología, Digestivo, Cardiología, Traumatología, Cirugía Plástica, Urología, Medicina Intensiva, Neurocirugía, Neurofisiología, Urgencias, Microbiología y Cardiovascular.
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5 médicos investigados. Hasta el momento hay cinco médicos imputados por un presunto delito de revelación de secreto por funcionario público, un delito penal. Hay otros tres altos cargos de Salud -dos de ellos ya dimitidos- que tienen que declarar y aún la jueza debe decidir si lo hacen en calidad de testigos o investigados.
Precedente en los años 90
En Euskadi llueve sobre mojado. En los 90 las filtraciones de otra OPE de Osakidetza acabaron en los tribunales. El que fuera entonces máximo responsable del Servicio de Salud, Mario González, reconoció que los exámenes fueron «manipulados» y varios testigos aseguraron que hubo deficiencias en la custodia de los ejercicios. Aquel juicio concluyó con penas de seis años de cárcel para González y otros tres responsables de Salud. La Audiencia de Vitoria determinó que, al menos, 300 ejercicios de aquella OPE a la que se presentaron 50.000 aspirantes para 2.500 plazas fueron manipulados. «Gran parte» de ellos, según la Justicia, pertenecían a afiliados del PSE y de UGT.
LAB exige a Salud que «deje de minimizar» las filtraciones y recuerda que se trata de «un delito»
El sindicato LAB recuerda a la consejera de Salud, Nekane Murga, que a los cinco médicos investigados por las presuntas filtraciones en la OPE de Osakidetza se les imputa «un delito contra las administraciones públicas castigado con penas de prisión e inhabilitación» para ejercer cargo o empleo público. Para la central es una «desfachatez» que la consejera tilde en la entrevista publicada ayer por este diario de «no ético, peor que no ético» el favorecer a alguien en una oposición. «Señora Murga no estamos ante un tema ético, sino penal, deje de minimizar lo que es un delito. Beneficiar a alguien es ilegal».
Al sindicato le preocupan también las declaraciones de la titular de Salud en las que explica que se incluirá en el nuevo modelo de OPE la entrevista personal para elegir a candidatos de «especialidades muy concretas en las que son precisos unos conocimientos y experiencia que un test no es capaz de identificar. Para LAB esta vía supone «una coartada para regularizar la elección discrecional y antidemocrática de especialistas».
ESK, por su parte, lamenta que la consejera «siga sin reconocer el sistema clientelar con el que se asignan las plazas en Osakidetza» y que «sea incapaz de implantar medidas para celebrar una OPE con las garantías que se merece».
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