Los menores de 10 años y embarazadas no deben comer atún rojo y pez espada por el mercurio
Sanidad, que incluye al lucio y las variedades de tiburón, pide limitar a 3 o 4 veces por semana el consumo de pescado con medio o bajo contenido de este metal
TERRY BASTERRA
Miércoles, 6 de noviembre 2019, 10:20
Las mujeres embarazadas, las que estén pensando en estarlo y los niños de hasta 10 años no deben comer pez espada, atún rojo, las variedades ... de tiburón ni lucio, especies en las que se ha detectado una mayor presencia de mercurio. La recomendación la hace el Ministerio de Sanidad tras decidir ampliar la advertencia hecha en 2011 -entonces llegaba hasta los críos de 3 años- ante la aparición de nueva información científica y técnica que así lo aconsejan. Además a los chavales de entre 10 y 14 años se les pide no consumir más de 120 gramos de estos pescados al mes, lo que equivale a una ración. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recuerda que la ingesta de ciertos alimentos expuestos a este metal pesado «puede afectar al sistema nervioso central» del feto y del niño. Le puede ocasionar daños cerebrales o perjudicar su desarrollo. Este elemento químico puede incluso «atravesar la placenta» y llegar a la leche materna. De ahí las recomendaciones dirigidas a madres y gestantes.
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El mercurio es un contaminante que puede encontrarse en los alimentos debido a su presencia natural en la corteza terrestre y como resultado de la actividad industrial. En algunos mares su concentración es más alta y cuando se detecta en los pescados se denomina metilmercurio. Las especies señaladas por el Ministerio están en lo alto de la cadena trófica, tanto por ser depredadores como por su tamaño y longevidad. Viven más, así que tienen más tiempo para contaminarse. Por este motivo expertos como la endocrinóloga y nutricionista Nerea Gil, sugieren «evitar las piezas grandes, que son las que más mercurio acumulan» y apostar por ejemplares que no superen los 16 kilos.
La recomendación de Sanidad para estos grupos concretos y el conjunto de la población no está reñida con seguir comiendo pescado. Es más, se recomienda hacerlo. «Es seguro y saludable», recalcan fuentes ministeriales. La clave, apunta Gil, es «no abusar». «Las personas con una alimentación variada y riñones e hígado que filtren bien no deberían tener ningún problema», siempre que hagan un consumo razonable de atún rojo, tiburón, lucio o pez espada. Incluso aquellas embarazadas y niños que los hayan comido de forma «puntual» no tienen de qué preocuparse. No les afectará a la salud.
Sanidad también da una serie de pautas para el resto de especies de pescado y marisco. Porque en todas ellas se presupone la presencia de mercurio, ya sea en niveles medios o bajos. El Ministerio aconseja consumir entre 3 y 4 raciones por semana. «La ingesta de pescado aporta energía, es una fuente de proteínas de alto valor biológico y contribuye a la absorción de nutrientes como el calcio, el yodo, el selenio y las vitaminas A y D». La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria asocia el consumo habitual de frutos de mar durante el embarazo con efectos beneficiosos para el desarrollo neurológico de los niños y con la reducción del riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria en adultos.
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Especies con bajo contenido en mercurio: abadejo, anchoa/boquerón, arenque, bacalao, bacaladilla, berberecho, caballa, calamar, camarón, cangrejo, cañadilla, carbonero/fogonero, carpa, chipirón, chirla/clmeja, choco/cepia/cibia, cigala, coquina, dorada, espadín, gamba, jurel, langosta, langostino, lenguado europeo, limanda/lenguadina, lubina, mejillón, merlan, merluza/pescadilla, navaja, ostión, palometa, platija, pota, pulpo, quisquilla, salmón atlántico/salmón, salmón del Pacífico, sardina, sardinela, sardinopa, solla y trucha. En cuanto a las especies no mencionadas de forma específica, debe entenderse que tienen un contenido medio en mercurio.
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