Salud revoluciona su organigrama y encarga a cinco «líderes» renovar la sanidad vasca

El consejero aseguró que está decidido a «arriesgar» para reformar Osakidetza. Quiere modernizarla. Adaptarla a las necesidades de la sociedad vasca, cada vez más envejecida. Y no va a esperar más para afrontar estas modificaciones. «El momento es ahora», subrayó.

El consejero busca que el servicio de salud preste a la población una atención de calidad, basada más en el valor, la importancia y la necesidad de los procesos y tratamientos que se llevan a cabo y no tanto en la cantidad de pruebas u operaciones que se realizan. Se trata de un cambio de cultura tanto para la población como para los propios profesionales. Entre los primeros existe una «demanda de atención creciente» que habrá que gestionar. En los segundos, sobre todo en las estructuras de las organizaciones sanitarias, Martínez ha detectado «resistencia al cambio». De ahí que se haya nombrado a cinco nuevos altos cargos, cinco «líderes», para pilotar una transformación en la que quiere implicar a los trabajadores.

Los nombramientos anunciados ayer se dan tanto al frente de las dos viceconsejerías del Departamento como en la dirección general de Osakidetza. Pero no se trata solo de un cambio de caras. A estas dos viceconsejerías Salud ha decidido darles un mayor contenido y atribuciones para llevar a cabo esta transformación del sistema y mejorar la coordinación entre la propia consejería y Osakidetza.

El Gobierno vasco sostiene que la puesta en marcha de las líneas estratégicas del Pacto de Salud «hace necesaria la modernización de las estructuras organizativas, impulsar la innovación tecnológica y potenciar la digitalización y medición de los resultados en salud para lograr un sistema sostenible y centrado en la persona».

La viceconsejería de Salud, una de las dos que existen en el departamento, ha sido asumida por Gontzal Tamayo. El hasta ahora número tres de la estructura sanitaria vasca (era el director de Planificación), pasa a ser la mano derecha de Martínez en sustitución de Enrique Peiró. Tamayo, persona de máxima confianza de Martínez (trabajaron juntos muchos años en el servicio de Anestesia de Cruces) asume un área capital en esta nueva etapa. Esta viceconsejería «será el faro que marque la tendencia hacia la modernización del sistema sanitario vasco, guiando la transformación con una visión orientada a los resultados en salud».

Codo a codo con Tamayo trabajará Inés Gallego. La hasta ahora directora de Calidad de Cruces pasará a encabezar la dirección de Transformación en Salud, un área de nueva creación. Entre sus tareas estarán las de análisis y planificación de los servicios sanitarios, así como la de la implicación del paciente con la participación ciudadana. Esta socióloga con una sólida trayectoria en el ámbito sanitario aportará «una visión técnica, humana y comprometida con la mejora de la salud y la calidad de vida de la sociedad vasca».

La otra viceconsejería del departamento, la de Administración y Financiación, y que se encarga de los aspectos económicos y jurídicos del departamento pasará a llamarse de Gobernanza y Sostenibilidad Sanitaria. Entre las finalidades de este cambio está la de realizar una gestión más rigurosa y con una visión amplia que vaya más allá de la consejería. También se extenderá a Osakidetza. A la cabeza estará Aritz Uriarte. Licenciado en Dirección y Administración de Empresas, ha sido incorporado desde la sociedad pública Azpiegiturak.

La anterior viceconsejera de Administración, Lore Bilbao, pasa a ser la nueva directora general de Osakidetza, en sustitución de Susana López Altuna. Ingeniera industrial de formación y con experiencia en gestión pública, organización e integración de recursos, Bilbao tendrá entre sus funciones facilitar una mejor coordinación entre el Departamento y el Servicio Vasco de Salud. Bilbao fue una de las personas que pilotó las negociaciones para pactar la marcha de la empresa de ambulancias La Pau de Euskadi tras los numerosos incidentes e irregularidades que había registrado el servicio.

Por último, la guipuzcoana Maite Martínez de Albéniz deja la dirección de Asistencia Sanitaria para asumir la gerencia de la OSI Donostialdea, la mayor organización sanitaria de toda Osakidetza. Lo hace en un momento de cambios en esta organización sanitaria que se convertirá en la punta de lanza de Euskadi en el campo de los tratamientos contra el cáncer, con la integración del centro Onkologikoa o la llegada de la protonterapia como cuestiones relevantes. Martínez de Albéniz ha desarrollado la mayor parte de su carrera en esta OSI, primero como neuróloga y después como subdirectora médica, hasta que dimitió durante la crisis que se originó en esta organización durante la etapa de Sagardui al frente de Salud. Ahora regresa como directora de la misma.

Alberto Martínez agradeció ayer la «extraordinaria» labor tanto de Enrique Peiró como de Susana López Altuna, ambos con una dilatada trayectoria en la sanidad pública vasca y que dejan sus cargos de responsabilidad. El consejero justificó su relevo por la necesidad de incorporar nuevos perfiles innovadores que puedan pilotar el cambio en Osakidetza. En el caso de López Altuna, explicó que su formación jurídica fue muy necesaria durante el proceso de resolución de las OPE llevado a cabo este último año, pero que ahora se precisa una profesional con mayor capacidad de gerencia. Ambos tienen plaza en el Servicio de Salud: López Altuna como letrada de la asesoría jurídica y Peiró como epidemiólogo experto en vacunas y salud pública. Varias fuentes sostienen que en los últimos tiempos se había producido cierto distanciamiento entre el consejero y estos dos exaltos cargos. Algo, aseguran estas fuentes, que se pudo apreciar durante las sesiones de la fase final del Pacto de Salud.