La incidencia del virus supera los 300 casos en Euskadi y se disparan las hospitalizaciones con 54 ingresos en cuatro días

La vacunación está amortiguando el golpe al sistema sanitario, el principal foco de atención de expertos y autoridades en esta última fase expansiva. Sin los sueros anticovid, que reducen hasta cuatro veces las posibilidades de ingreso en las personas inmunizadas frente a quienes han rehusado protegerse, el número de internados sería mayor. Los números, sin embargo, preocupan.

Para observar este volumen de enfermos covid en los hospitales vascos hay que retroceder hasta mediados de septiembre, cuando los vascos aún no podían hacer una vida social normal, ya que permanecían algunas restricciones. No ocurre lo mismo en las UCI. El nivel de ocupación se mantiene similar con 31 críticos, uno más que hace siete días. Aunque cabe recordar que las áreas de cuidados intensivos reciben más tarde el impacto de los contagios, pues la aparición de los síntomas más graves de la infección se puede retrasar hasta 10 días.

Estas cifras se han alcanzado después de que la comunidad haya registrado un total de 4.038 contagios en la última semana, cerca de 1.400 positivos más que la anterior, un incremento que evidencia que el avance del patógeno sigue fuera de control y que complica más el escenario, sobre todo, con el puente de diciembre y la Navidad a la vuelta de la esquina.

Aunque el alto porcentaje de inmunización ha permitido durante semanas esquivar la explosión de infecciones que azota a otros países europeos, el nivel de transmisión se han cuadruplicado en un mes. Euskadi superaba este lunes los 300 casos de incidencia y durante la semana pasada solo se registraron dos jornadas por debajo del medio millar de positivos diarios.

En una entrevista a Bizkaia Irratia, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, mostró su inquietud y lamentó que la situación epidemiológica «haya empeorado». «El virus continúa propagándose y debemos cambiar la tendencia», aseguró, al tiempo que reconoció que los menores de 12 años, franja de edad para la cual todavía no está autorizada ninguna vacuna, «están contagiando a sus padres».

La titular del área advirtió que los ingresos siguen en aumento. En el último balance semanal, Osakidetza notificó 219, 59 más que en los siete días precedentes. La vacuna está jugando un papel clave para que esta sexta ola no suponga una afección crítica al sistema sanitario. Sin embargo, los contagios no dejan de crecer, lo que lleva a que también aumenten los internamientos, y por tanto, la carga de trabajo para los profesionales de la salud.

Con todo, aseguró Sagardui, «no estamos en la situación» de tener que retrasar operaciones quirúrgicas. «Nuestro sistema es sólido, está organizado y se está recuperando de los retrasos causados por olas anteriores, que nunca han sido de urgencias, porque siempre los hemos tratado», zanjó.