Osakidetza solo ha puesto el 61% de las 195.000 dosis de vacunas que ha recibido

El programa de vacunación avanza tan lento en Euskadi que, a este ritmo, proteger al conjunto de la población llevaría nada menos que ocho años, según los datos facilitados ayer mismo por el propio Departamento de Salud en el Parlamento vasco. La situación provocó un tenso debate en el que la oposición acabó demandando a la consejera, Gotzone Sagardui, que realice un uso de las vacunas «que permita proteger a la población y evitar más enfermedad y más muerte».

El informe sobre vacunación en Euskadi publicado ayer revela que desde el pasado 27 de diciembre, fecha oficial de inicio de la campaña, hasta ayer, el País vasco ha recibido 195.560 dosis, de las que se han puesto 119.320, que es el 61%. La cantidad de unidades reservadas para garantizar la segunda inoculacion se eleva a 44.136, lo que supone que Osakidetza confía en pinchar esta semana a más de 32.000 ciudadanos, una meta que en estos dos meses nunca se ha alcanzado.

En el documento, llama la atención las escasas dosis que se han repartido de la fórmula de AstraZeneca, 1.919, que son el 5% de las recibidas; o, si se prefiere, el 10% si se tiene en cuenta que 18.950, la mitad, se han guardado para la reserva estratégica, una solución cada vez más puesta en entredicho. La creciente expansión de la cepa británica en Euskadi, que representa ya el 36,75% de los casos diagnosticados en la comunidad, y el momento crítico de estancamiento que presenta la epidemia llevan a cada vez más especialistas a recomendar que se apueste por dilatar todo lo posible el tiempo entre ambas dosis. El objetivo de esta estrategia, pensada para un momento complicado como el que se anuncia para la primavera, es llegar a más personas con un primer pinchazo para evitar casos o que los que se produzcan sean de menor gravedad.

La comisión de Salud abordó ayer esta cuestión. La oposición reclamó a la consejera un cambio de rumbo. «En dos meses hemos vacunado con las dos dosis a 45.866 personas. Necesitaríamos ocho años para inmunizar a la población completa», increpó a Sagardui la parlamentaria popular Laura Garrido. «Esto no puede seguir así. Tienen que tomar ustedes decisiones que hasta ahora no han tomado», le espetó.

La consejera de Salud, que presentó un documento con escasas novedades sobre el plan de vacunación -la principal, que tras los centenarios se vacunarán los mayores de 90 años, comenzando por los de 99 y bajando paulatinamente, año a año-, se amparó para defender la estrategia vasca en las recomendaciones de la Unión Europea a favor de guardar dosis «dada la incertidumbre» existente en torno a la llegada de nuevas partidas. «Si ustedes me aportan evidencia científica, no opiniones, que avale que con una dosis es suficiente, cambiaremos de criterio», sentenció.

«Lo importante en este momento -le contestó Rebeka Ubera, de EH Bildu- es defender a la ciudadanía. Tenemos grandes dosis de vacunas paralizadas y muchísimas personas no protegidas; y eso va a tener una incidencia directa sobre la evolución de la pandemia. ¿De verdad piensa que somos los mejores vacunando cuando somos la autonomía que menos vacuna? ¿Dice usted que el resto lo hacen mal?» .

El representante de Elkarrekin Podemos, Jon Hernández, también reprochó a la consejera que se guarden viales en un momento tan crítico. «Vacunar menos tendrá una incidencia directa sobre la pandemia», advirtió. En términos similares se expresó la portavoz de Vox, Amaia Martínez, que aludió al reciente estudio de un hospital israelí «que otorga una protección del 85% con un solo pinchazo de la vacuna de Pfizer/Biontech» para reclamar un mayor ritmo de vacunación.

PNV y PSE-EE avalaron la gestión institucional. «Queda demostrado que no depende de ustedes; la fórmula de reserva estratégica es la acertada», afirmó el jeltzale Luis Javier Tellería.

Residencias: Han sido vacunados entre el 95% y el 100% de los usuarios.

Viviendas comunitarias: El 75% de los ocupantes.

Centros día: 3.000 personas, pendiente de vacunación, con las diputaciones.

Dependientes en domicilios: 3.000 personas, pendiente de vacunación con las diputaciones.

Servicio Ayuda a domicilio: Personal que presta el servicio, 1.950 personas.

Osakidetza: 42.000 personas. 71% de primera línea; 28,5%, segunda.

Sanidad privada: 10.000 personas. 16,5% de primera línea.

Transporte sanitario privado: 1.400 personas.

Farmacias: 4.400 profesionales.

Ertzaintza: 4.700 personas. (38%).

Policías municipales: 3.000.

Policía Nacional, Guardia Civil, Aduanas: 2.800 personas.

Bomberos: 1.200.

Centros educativos: 12.000.

Funcionarios de prisiones: 600 personas.

100 años o más: 1.880 personas censadas. Comenzó ayer.

90-99 años: 39.000 personas.