Osakidetza quiere que los vascos que toman Sintrom puedan controlarse en casa
El sistema, que ya es utilizado por medio millar de pacientes, mejora la calidad de vida al no tener que acudir al médico con asiduidad
La vida de medio millar de vascos que toman anticoagulantes ha cambiado en el último lustro gracias a una herramienta de autocontrol con la que ... estos pacientes supervisan su tratamiento sin necesidad de acudir a su centro de salud tan a menudo. El aparato que ha cambiado sus vidas se llama coagulómetro, es individual, tiene el tamaño de un móvil y gracias a sus resultados logran ser ellos mismos los que controlan las dosis de Sintrom que deben tomar. Sólo hay que hacerse una pequeña punción en el dedo y aplicar una gota de sangre para conocer el denominado INR, parámetro que marca el tiempo que tarda en coagularse. «Incorporas los datos en una aplicación que tenemos y te indica la dosis de Sintrom», explica Berta Guillén, de 68 años, usuaria de esta prestación.
Fue en 2013 cuando se creó Agiac (Asociación Guipuzcoana de Anticoagulados). Una serie pacientes que participaron en un estudio médico de Osakidetza bajo la supervisión del doctor Eduardo Tamayo decidieron crear la agrupación para ayudar a otros enfermos en su tratamiento. «Los resultados demostraron que el sistema de autocontrol les favorecía, les mejoraba la calidad de vida. Y decidieron seguir utilizando un sistema que se puede usar desde el propio domicilio», explica Tamayo, que junto a un doctor designado por Osakidetza controla a diario los datos del medio millar de afectados. Una entidad que tiene sus puertas abiertas. «Diariamente se apuntan pacientes a los que ofrecemos cursos para que aprendan a utilizar la herramienta. Algo que todos logran». Han acudido a esta asociación pacientes de La Rioja, Madrid, Mallorca, Galicia y hasta de Miami.
La clave
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50.000 vascos toman Sintrom para evitar trombosis o un ictus, cifra que aumenta cada año por el envejecimiento de la población.
Tratamiento preventivo
Osakidetza «quiere incluirlo en el catálogo de servicios que ofrecen», anuncia Tamayo. Explica que ya son varias las reuniones que han mantenido los responsables de anticoalugación del Servicio Vasco de Salud y del «nuevo sistema que están instaurando en Osabide», la historia clínica de Osakidetza. Desde el Departamento vasco de Salud confirman que «los trabajos de estudio están en una fase inicial». Fruto de estos contactos, «están estudiando la fórmula para poder instaurar esta herramienta en otros 500 pacientes el año que viene».
Los anticoagulantes son medicamentos que se utilizan para evitar la formación de coágulos en el interior de los vasos sanguíneos que podrían causar una trombosis o un ictus. Actúan retardando el proceso de coagulación de la sangre. Son tratamientos preventivos, no curativos. En Euskadi hay en la actualidad 50.000 personas anticoaguladas, y van en aumento los diagnósticos porque estos problemas crecen con la edad. «Es una patología que tiene que ver con la hipertensión y con la diabetes, por ejemplo», argumenta el médico asesor de Agiac.
Tamayo explica que «con el autocontrol lo que hacemos es que la coagulación sea más prolongada en tiempo y el riesgo de tener trombos sea menor». Los resultados médicos obtenidos por estos pacientes que se autocontrolan «mejoran hasta en un 20% los que logran en el Servicio Vasco de Salud. Y hay además menos complicaciones derivadas», dice. El motivo es muy sencillo, explica: «el control se hace cada menos tiempo y la implicación personal con el tratamiento es mas estrecha». Los grandes beneficiados del uso de esta herramienta son ciudadanos que «en un 75% de los casos tienen arritmias».
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