«Si en los próximos 10 días esto empeora habrá que pensar en nuevas medidas»

- La situación epidémica vasca figura ahora entre las peores de España.

- Estamos en una inercia global de ámbito europeo, que está afectando a todas las comunidades autónomas. Los expertos tienen grandes dificultades para establecer una explicación definitiva. Se manejan hipótesis, pero no hay una respuesta clara.

- ¿Qué nuevas medidas restrictivas caben esperar?

- Tenemos que esperar unos días para ver cómo evoluciona la epidemia. Las anteriores olas han tenido una prolongación en el tiempo de subida y de bajada. La subida de la curva de octubre se prolongó 40 días y alcanzó la cota de los 850 casos por 100.000 habitantes. La de enero fue menor, duró 35 días y alcanzó los 650 casos. Hoy (por ayer) estamos en el día 30 de subida desde el pasado 10 de marzo, y próximos a los 400 casos por 100.000. La cuestión es si tocaremos techo en los próximos diez días.

- O si nos salen los casos de Semana Santa...

- Hay que ver si cambia la tendencia o se mantiene. Trabajamos con las dos hipótesis. Si los indicadores anticipan que no va a haber un cambio de tendencia, habrá que pensar en reajustar las restricciones.

- ¿En qué están pensando?

- Es un poco aventurado decirle cuáles. Tenemos las medidas que tenemos, con las limitaciones que nos ponen tanto el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, como los acuerdos del órgano interterritorial. Con esos márgenes habrá que ver qué podemos hacer en horarios, aforos, ese tipo de medidas.

- ¿La cuarta ola durará 40 días?

- Es una hipótesis.

- Si es así, ¿el estado de alarma desaparecería el 9 de mayo, como quiere el presidente?

- No, porque los datos siguen siendo altos. Una cosa es que logremos cambiar la tendencia, que es algo muy importante. Pero con incidencias superiores a 100 estamos en una situación peligrosa. El objetivo es poner la tasa de incidencia por debajo de 60.

- ¿La experiencia ha demostrado que la hostelería no era responsable de la situación?

- No ha demostrado eso. Los estudios científicos internacionales coinciden en que los espacios de mayor riesgo son aquellos en que, por decirlo de forma colosal, respiramos aire respirado. Lugares cerrados y mal ventilados, en los que permanecemos un tiempo prolongado con un uso inconstante de la mascarilla. El problema no es la hostelería o los gimnasios, sino la interacción social en estos contextos.

- ¿Cómo se entiende que se autoricen manifestaciones y actos políticos y familias de cinco miembros tengan que comer separadas en un restaurante?

- La manifestación está recogida como derecho fundamental...

- ¿Y la familia?

- El decreto del estado de alarma ha permitido intervenir en una serie de derechos fundamentales, que son la agrupación de personas, la movilidad nocturna y el cierre perimetral, entre otros.

- ¿Qué va a pasar ahora que AstraZeneca deja de darse para los menores de 60 años?

- Es un contratiempo. No compartimos la decisión, pero la acatamos porque nos parece que contribuye a actuar de una manera concertada, que es un valor en la lucha contra la pandemia. En este momento, lo importante es que todas las herramientas del Gobierno vasco están dispuestas para vacunar a pleno rendimiento. Todas se van a administrar en el menor tiempo posible.

- ¿Está diciendo que se acabó la reserva estratégica?

- No, se mantiene, pero en la medida que se tienen más dosis, eso permite que se vayan inoculando todas las que lleguen.

- AstraZeneca la quitan, la dan, dicen que para menores de 55, luego hasta 65, después solo para mayores de 60... ¿Es usted consciente del daño que las instituciones han hecho a esta vacuna?

- Totalmente consciente. La situación es lamentable. El Gobierno vasco apuesta por una estrategia europea consensuada, pero hay decisiones que quedan fuera del alcance de nuestras capacidades. Nosotros hubiéramos sido partidarios de seguir al pie de la letra las recomendaciones de la EMA (Agencia Europea del Medicamento)

- Entonces, ¿por qué no votaron en contra y eligieron abstenerse, con Ceuta y Melilla?

- Le damos mucha importancia, aunque no se note, a reducir el ruido y generar un clima de cooperación. Los epidemiólogos también nos dicen que es importante el mensaje a la población.

- Lo lógico es que la gente no quiera ponérsela, cuando ve que ni ustedes se ponen de acuerdo.

- Se entiende, las dudas son comprensibles, porque estamos sujetos a un vaivén de criterios y decisiones que no es deseable ni recomendable. Tenemos tiempo para tomar la decisión respecto a la segunda dosis y lo haremos con respaldo científico de acuerdo al criterio de las autoridades sanitarias. Nuestras decisiones deben transmitir seguridad a la ciudadanía.

- ¿Usted se la pondría?

- Yo sí, sin ninguna duda.

- ¿Alguien del Gobierno se ha dirigido a usted para ofrecerse a que se la pongan? Me refiero delante de los medios, claro.

- No me consta, pero cuando me toque, estoy dispuesto a hacerlo.

- Una cosa es enrojecimiento en la zona del pinchazo, que se entiende bien, y otra un ictus, aunque sean rarísimos casos.

- Los que no tenemos conocimiento en medicina tenemos que fiarnos de lo que nos dicen los expertos. Y dicen que cualquier medicación puede tener un efecto adverso. La proporción de la que hablamos es ínfima.

- ¿Qué se va a hacer con los más de 148.000 vascos a los que se les ha inoculado ya una dosis?

- Esperaremos al criterio científico y luego buscaremos el consenso institucional.

- ¿En qué medida afectará todo esto al objetivo de lograr la inmunidad de grupo para verano?

- El problema es que no tenemos seguridad sobre la cantidad de vacunas que vamos a tener. Si las disponemos en cantidad suficiente, Osakidetza está capacitada para alcanzar esos objetivos.

- Llevamos más de tres meses de vacunación y no hemos inmunizado a los mayores de 80.

- La experiencia del primer trimestre nos lleva a ser prudentes. Lo recibido en ese tiempo ha sido menor de lo prometido. Ahora parece que se va a recuperar parte del terreno perdido. Si es así, cumpliremos los objetivos, pero prefiero no dar cifras.

- ¿Qué verano nos espera?

- Lo imagino con mayor optimismo social, mayor oxigenación, movilidad y actividades al aire libre, pero aún con limitaciones.

- ¿En qué condiciones?

- La mascarilla, desde luego, seguro, y habrá algunas limitaciones sobre agrupaciones de personas, espacios interiores...

- ¿Podremos viajar?

- Habrá que ver en qué radio de acción vamos a poder movernos.

- ¿Veranearemos en Euskadi?

- Igual veraneamos en Euskadi.