Los vascos tendrán que «desplazarse más» para ser atendidos por el médico de familia
La consejera de Salud avanza que en los proximos años «el horizonte apunta a una mayor movilidad de la población» para ser tratada por la cada vez mayor falta de facultativos de Primaria
TERRY BASTERRA
Miércoles, 8 de junio 2022, 11:49
La falta de médicos de Atención Primaria, y la previsión de que esta situación vaya a más en los próximos años, va a obligar a que una parte de la población vasca tenga que cambiar de rutinas a la hora de ser atendidos por estos facultativos. Deberán acostumbrase a moverse más. Incluso a desplazase a otras localidades para acudir a la consulta. Así lo ha avanzado ese miércoles la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Executive Forum en Bilbao. Allí ha indicado que esta escasez de facultativos de familia «apunta a un horizonte de mayor movilidad de la población para recibir atención». Esto es que «habrá que desplazarse más» para ser visto por el doctor de Primaria, algo que Sagardui considera que no debería suponer un problema en una comunidad como Euskadi.
Algo similar ocurrirá también en el ámbito hospitalario, donde la tendencia es a concentrar cada vez los servicios complejos y muy especializados. El principal ejemplo será la vanguardia de los tratamientos oncológicos, con la protonterapia a la cabeza, y que tendrá a San Sebastián como sede.
Sagardui ha insistido en que Osakidetza está ante el «reto de trasladar a la ciudadanía que estamos ante un cambio cultural de usos y costumbres con nuestros recursos sanitarios». «Habrá que desplazarse con más frecuencia para determinados procesos», ha proseguido la consejera.
La escasez de facultativos de familia es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sanidad pública en el conjunto de España, y el País Vasco no es un excepción. Prueba de ello es que Osakidetza solo ha logrado ocupar la mitad de las 200 plazas en la oferta de contratación realizada este año pese a ofrecer condiciones «atractivas», ha recalzado la consejera, como son salarios de 3.000 euros mensuales y contratos de «al menos un año de duración».
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Pese a ello no se consiguen ocupar todas las plazas vacantes y el problema se prevé que vaya a más en los próximos años, por el gran número de jubilaciones previstas y el insuficiente relevo generacional. Según el último informe de necesidades de especialistas del Ministerio de Sanidad, el 29% de los 1.718 médicos de familia que ejercen en Euskadi tienen 60 años o más. Dicho de otro modo, 500 doctores de cabecera se jubilarán de aquí a 2027. Y el número que se incoporará a los centros de salud será menor. Sobre un centenar de jóvenes médicos acaban su residencia de Medicina de Familia cada año en Euskadi, de los que un 80% se queda a trabajar aquí. Pero no todos lo hacen en los centros de salud. Una parte da el salto a la Urgencia hospitalaria. Por tanto, el balance jubilaciones-incorporaciones es claramente deficitario y el problema actual de falta de médicos de familia se acrecentará en los próximos años. La situación «no tiene solución fácil a corto plazo», ha reconocido Sagardui.
Reorganización
Por eso Osakidetza proyecta una reorganización de la Atención Primaria para un escenario en el que cada vez habrá menos médicos y en el que la enfermería tendrá un papel cada vez más protagonista para resolver procesos leves y compensar, de alguna forma, la reducción de facultativos. Unos doctores que verán también cómo aumentan sus agendas de pacientes. En este nuevo escenario «habrá consultorios que estarán atendidos por servicios de enfermería y otros incluso permanecerán cerrados en épocas vacacionales». También se hará una mayor apuesta por las «herramientras telemáticas para mejorar las consultas. Con ellas incluso se realizarán »triajes«.
A priori las localidades donde antes se notará esa progresiva reducción de los especialistas serán las de ámbito rural que ya cuentan con plazas vacantes difíciles de ocupar. En el caso de Bizkaia zonas más de riesgo son la comarca de Lea Artibai, así como la Llanada en Álava. En los entornos urbanos esa falta de galenos de cabecera se notará menos, porque es habitual que los facultativos prefieran trabajar en las ciudades que en los pueblos.
Pero esa reducción de facultativos de cabecera no implica que la población vaya a quedar desatendida. «Los centros de salud seguirán abiertos», ha recalcado la consejera. Es posible que en los de localidades rurales no haya médicos todos los días de la semana, pero sí otro personal sanitario. Y esos especialistas sí estarán esas jornadas en otros ambulatorios de localidades cercanas. Para aquellos que tengan una necesidad sanitaria más apremiante quedarán las Urgencias hospitalarias.