El Gobierno vasco advierte de la gravedad de la nueva oleada del virus: «Está ganando terreno»

Euskadi no se encuentra en la misma situación que la segunda mitad de marzo, pero sí atraviesa su momento epidémico más difícil desde entonces. Este jueves Osakidetza notificó 338 positivos detectados a lo largo del miércoles. No se veía una cifra tan alta desde el 7 de abril. La situación genera una preocupación cada vez mayor. Lo reconoce la consejera de Salud y lo evidencia su tono. Este jueves Nekane Murga ofreció una de las ruedas de prensa más duras desde que accedió al cargo. Lo hizo tras mantener una reunión de urgencia con el lehendakari y no se anduvo con paños calientes. Con un gesto severo envió una serie de mensajes contundentes a la ciudadanía. Sin la concienciación y la colaboración de todos es imposible hacer frente a un patógeno que «semana a semana nos está ganando terreno». La pandemia afronta su segunda ola en Euskadi y «ni el virus se contagia menos ni es menos letal» que en su primera etapa.

Por eso Murga insistió en la necesidad de que los vascos «debemos reducir al máximo nuestra actividad social y la proximidad con otras personas». «Los contagios se están produciendo en el ocio nocturno, pero también en los grupos de personas que charlan en las calles y en las terrazas mientras toman algo o fuman un cigarro. También en los muros de los paseos de las playas. El virus nos ha demostrado que no es posible una nueva normalidad. Tenemos que cambiar nuestros hábitos y limitar el contacto social a un estrecho grupo de personas, preferiblemente los que conviven juntos», aseveró la máxima dirigente de la sanidad vasca.

Las personas somos el vehículo de transmisión del virus y, aunque Murga en ningún momento se refirió a la posibilidad de que en Euskadi exista de nuevo transmisión comunitaria, por la dureza de sus mensajes la situación actual no debe estar muy lejos de ese temido escenario. Tampoco por un dato que dio a preguntas de los periodistas. Explicó que «un 50% de los casos» son contactos de anteriores positivos, «pero otro porcentaje», que no especificó pero se presume alto, corresponde a personas que no estaban en el radar de la Unidad de Vigilancia. Osakidetza no sabía de su posible contagio hasta que acudieron con síntomas a sus centros de salud. Y son estos positivos de los que se desconocía su existencia los que están haciendo que la pandemia crezca por encima del ritmo que Salud considera una situación de control. Hoy en Euskadi hay «más de 2.000 casos activos» de Covid y «más de 10.000 personas» en aislamiento por ser contacto estrechos de los contagios. «Es imprescindible un correcto cumplimiento del aislamiento para controlar la epidemia», les recordó la dirigente sanitaria.

Murga apeló a la «conciencia social» para frenar al virus. «Cada ciudadano es parte de la solución. El remedio no está en las denuncia o en cortar los accesos a las zonas de botellón, ya que se pueden trasladar a otros sitios. Nos engañamos a nosotros mismos si trasladamos la fiesta a nuestras casas, nos reunimos en txokos o en casas rurales. Estamos jugando con fuego», recalcó. Luego en la libertad personal de cada uno está el tomar sus propias decisiones. Pero debemos ser consciente del riesgo. «Decenas de las personas que se contagiarán esta semana tendrán que ser ingresadas y algunas fallecerán». La pandemia ya ha costado la vida a 1.629 vascos, tres de ellos tras infectarse en esta segunda ola.

El coronavirus no solo es un problema de salud. Tiene efectos severos sobre la economía. «Si comenzamos a saturar el sistema sanitario corremos el riesgo de tener que adoptar medidas de mayor intensidad» para frenar al virus, advirtió Murga. El miércoles se ingresó a 8 personas más. Los hospitales atienden a 57 pacientes por Covid en planta y 5 en la UCI.

Según lo que deslizó Murga estas acciones podrían ir dirigidas de nuevo a la hostelería. Consistirían en aplicar las mismas restricciones que permitieron controlar los focos de Eibar y Ermua: límite de aforo al 50%, prohibición de consumo en barra y cierre a las 23.30 horas. Son medidas que se valoran solo para Bilbao, Vitoria y Barakaldo, las localidades que más «preocupan» al mayor tasa de contagio entre sus habitantes. Pero también por la «alta movilidad» de sus ciudadanos. Muchos contagios entre sus vecinos se producen en los lugares donde tienen «sus segundas viviendas o en desplazamientos a la costa». De ahí que Murga deslizase que aún no hay una decisión tomada sobre si estas restricciones lograrían el efecto deseado si se aplicasen solo en estas tres localidades. De la evolución de la pandemia en los próximos días y de que comiencen a reflejarse en los datos diarios las limitaciones aplicadas al ocio nocturno dependerá que Lakua aplique nuevas restricciones.