«No dan alergia, aunque sí pueden acentuar la dermatitis»

«Realmente, no existe alergia a la mascarilla; o si la hay, son casos absolutamente excepcionales -expone el alergólogo Pedro Gamboa-. Sí puede irritar más si se padece una dermatitis seborreica en la cara o una rosácea; entonces, la mascarilla, por el simple efecto del roce, puede acentuar esa dermatitis o esa cuperosis».

El experto añade que, en la mayoría de los casos, la solución a estos problemas pasa, simplemente, por cambiar el tipo de mascarilla. Por ejemplo, recurrir a una de algodón cien por cien, que suelen ser las mejores para pieles sensibles, aunque hay que recordar lavarlas siempre después de cada uso. Porque en muchas ocasiones no es alergia, sino acné provocado por el sudor y bacterias que obstruyen los poros. Algo muy probable en mascarillas de tela reutilizables que no se higienizan a diario.

Según Gamboa, también la alergia a las vacunas contra el covid es un fenómeno «absolutamente excepcional». Hasta ahora, subraya, «no hemos tenido ningún caso ni en consultas del Igualatorio ni en las del hospital de Cruces». Se suelen registrar «apenas dos o tres casos por millón de dosis -explica-. Los agentes que las desencadenan son dos excipientes, y los pocos casos que se producen se dan tras inocular a los alérgicos medicamentos inyectados o en laxantes para preparaciones de colonoscopias. Yo llevo treinta años trabajando en esto y he visto a no más de cuatro o cinco personas con alergia a este tipo de excipientes. Por tanto, desde esta perspectiva, no hay que tener miedo a vacunarse contra el coronavirus por las alergias».