5.000 escolares vascos están confinados

La otra cara de esta situación en los centros educativos es la dificultad que supone para las más de 5.000 familias afectadas conciliar en esta sexta ola, que se está cebando con los más pequeños. Lo demuestran los datos epidemiológicos: la mayoría de los casos se dan en menores de 12 años, especialmente en el rango de edad de entre 6 y 12 años.

Así, en estos últimos 15 días, desde el domingo 14 de noviembre, se han contabilizado 1.106 casos de coronavirus en la población vasca menor de 12 años, 821 de ellos entre los 6 y 12 años. Los últimos 265 infectados se detectaron el miércoles, por lo que en dos semanas se ha cuadriplicado el número de positivos en este grupo etario.

Los bebés de entre 0 y 2 años han visto cómo se han quintuplicado los casos desde hace 15 días: de los 4 infectados del 14 de noviembre a los 21 del miércoles. Y entre los de 3 y 5 años, en este periodo se han duplicado los contagios: de 19 hace una quincena a 44 de hace dos días.

La cifra de afectados cae drásticamente en cuanto se supera el umbral de poderse vacunar. Los adolescentes de entre 13 y 16 años han sumado 102 positivos en la última quincena de noviembre.

Los contagios infantiles tienen su espejo en el número de infectados de sus progenitores que rondan la cuarentena. En esta franja de edad, de 40 a 49 años, en 15 días se ha quintuplicado el número de casos, de los 53 del 14 de noviembre a los 297 de hace dos días. En total, en este periodo se han confirmado 943 positivos, siendo la segunda franja de edad con mayor incidencia en Euskadi. Además, los progenitores solo pueden pedir baja laboral para atender a un menor confinado cuando al pequeño se le confirme el positivo.

El pasado 15 de noviembre el departamento de Educación comunicó por primera vez en este curso el número de aulas cerradas, 37. Desde entonces hasta ayer (205 clases afectadas) los datos han ido a peor. Tanto que la consejería de Salud ha cambiado su protocolo en caso de necesitar hacer cribados en las aulas. Los colegios, asesorados por las OSI, comunicarán directamente a las familias cuándo y dónde tienen que hacerse un test de saliva, una prueba «menos dura y más rápida», dijo la consejera Gotzone Sagardui.

Desde Educación reconocen que la situación es «preocupante», pero alejada de la vivida el curso pasado, cuando sólo en septiembre de 2020 se llegaron a cerrar 280 aulas. Sin embargo, algunos centros han advertido que en los cómputos de aulas clausuradas no entran las inhábiles por la falta de alumnos. Además, la inquietud aumenta con las navidades a la vuelta de la esquina y la experiencia del ejercicio anterior. En febrero, tras el periodo festivo, se alcanzó un 1,44% de aulas cerradas. La esperanza está puesta en la vacunación a los menores de 12 años, prevista para mediados de este mes.