«Mi abuela me dijo que Buenafuente se había reído con mi monólogo»
La cómica getxotarra Valeria Ros estrena una nueva temporada de 'Loco Mundo' en Movistar+ junto a Quequé y colaborará en el nuevo programa de 'prime time' de TVE presentado por Raquel Sánchez Silva
Se dio cuenta de que cuando contaba sus 'batallitas' la gente se reía, así que empezó a inventárselas. Ahora la mayoría de sus chistes son tan reales como la vida misma, desde su dependencia emocional con los hombres hasta los extraños hechizos de su madre para apartar a su 'ex'. Esta Getxotarra afincada en Madrid tuvo claro que lo suyo era el humor desde bien pequeña. Ahora se ha convertido en uno de los rostros reconocibles de Movistar +. Este octubre estrena nueva temporada de 'Loco Mundo' junto al humorista Quequé, con quien también comparte micrófono en la SER, en el programa 'La Lengua Moderna'. Además ha sido uno de los rostros escogidos para colaborar en el nuevo programa que TVE comenzará a emitir próximamente, tras la cancelación del espacio conducido por Javier Cárdenas. Este nuevo proyecto contará con la presentadora Raquel Sánchez Silva a la cabeza.
Nunca olvidará la primera vez que entró a un plató, el de Late Motiv, «me quedé tranquila cuando mi abuela me dijo que a Andreu Buenafuente le hicieron gracia mis chistes», confiesa. Hace unas semanas la vimos junto al presentador catalán en el FesTVal de Vitoria, con otros grandes rostros del humor en España como David Broncano, Patricia Conde, Antonio Resines, Joaquín Reyes o Quequé. Asegura que por mucho que viva en Madrid no se le va el acento y se declara en guerra abierta contra los «ofendiditos» ya que para ella el humor «no tiene límites».
- ¿Cómo es compartir 'photocall' con tanto peso pesado del humor en España?
Es todo un honor estar rodeada de los grandes, especialmente para alguien que lleva tan poco en esto de la comedia. Además me lo pasé genial en el FesTVal, no me he reído tanto en mi vida.
- Sólo dos mujeres en la presentación de la nueva temporada O+, Patricia Conde y tú. ¿En el humor también le cuesta a la mujer reivindicar su espacio?
Se ha generado toda una polémica en torno a esa foto. Claro que hay espacio, hay otras cómicas como Silvia Abril o Sara Escudero que no pudieron asistir. Cada vez somos más mujeres cómicas.
- Pero los rostros conocidos de los programas con más audiencia son masculinos…
Eso es verdad, pero creo que el panorama está cambiando. Mírame a mi, estoy trabajando en comedia y llevo aquí cuatro años. Igual presento algún día un 'late night', ¡ya me gustaría!.
- ¿Cómo descubriste tu vena humorística?
Siempre me ha gustado contar batallas y exagerar las cosas, y mis amigos se reían. Pero hasta que no me subí a un escenario por primera vez y me volvieron a llamar, no pensé en dedicarme a esto profesionalmente. Ahora tengo la suerte de poder vivir del humor, hace dos años que estoy metida de lleno y no he pasado tanto pánico escénico en mi vida. Ahora ya estoy más relajada, pero todavía recuerdo lo nerviosa que estaba cuando entré al plató de 'Late Motiv' por primera vez para hacer un monólogo… ¡Con Andreu Buenafuente ahí! No me quedé tranquila hasta que mi abuela me dijo que Andreu se había reído escuchándome.
- ¿Cual es el secreto para hacer reír a la gente?
A mi lo que me funciona es reírme de mí misma, mostrar mis debilidades y mis imperfecciones, porque la gente se siente identificada. Siempre cuento que yo, por ejemplo, soy una persona con mucha falta de cariño, estuve siete meses con un tío que me llamaba Valentina en vez de Valeria y nunca le dije nada por miedo a que me abandonara. Soy una dependiente emocional.
- ¿Todo lo que cuentas en tus monólogos te ha ocurrido de verdad?
El 90% es verídico, algo exagerado, pero de verdad. Vamos a dejarlo ahí.
- ¿También esa extraña costumbre de tu madre para apartar a su 'ex'?
Totalmente. Abrí el congelador de mi madre para sacar unas pechugas y me encontré un papel con el nombre del exnovio de mi madre. Verídico. Miré en Google y resulta que era un hechizo de congelamiento para alejar a personas que no quieres en tu vida. Esa anécdota me pareció muy buena, cuento que empecé a imitarla y mi congelador tiene más amigos que yo… está el servicio de atención al cliente de 'Orange' entero.
Humor sin límites
- El público vasco tiene fama de duro…
- Cuando no me funciona un chiste digo '¿sois vascos?, eso es que os estáis riendo por dentro… Fuera de bromas, el público vasco tiene ese cliché, pero es fantástico.
- En el país vasco ahora se hace humor de cosas que antes eran imposibles, el terrorismo de ETA, la fractura social… ¿siguen quedando tabúes?
Sí, por supuesto, aunque ahora puedes hacer un chiste sobre ETA y la gente se ríe, porque ha pasado el tiempo. No se puede hacer comedia cuando todavía hay heridas abiertas. Tengo amigos que han hecho un chiste sobre 'la manada' y el público se ha quedado en completo silencio. Hay casos que siguen generando dolor y eso hay que respetarlo. Pienso que el humor no tiene límites, pero hay que respetar el dolor.
- ¿Y los chistes sobre gitanos de Robert Bodegas?
Eso me parece una estupidez, nadie debería ofenderse por hacer humor. Antes todo el mundo se reía de los chistes machistas de Gila o de los 'mariquitas' de Chiquito de la Calzada. El problema es que las redes sociales dan voz a gente aburrida en su casa, en Twitter todo es odio. No digo que se deba hacer daño gratuito, pero un buen chiste debe poder tratar cualquier tema. El humor no tiene límites.
- ¿Cómo llevas los 'haters'?
Antes me pillaba muchos 'bajones', ahora ya ni los leo. Los llamo los 'ofendiditos', porque se ofenden por todo. Una vez conté que me dio por llevar pendientes de perlas e hice un chiste diciendo que se me habían caído tantos pendientes por el lavabo que los 'travestis' debían de haber surgido de las cloacas. No pensé que pudiera ser ofensivo en aquel momento, pero hirió muchas sensibilidades. Sé que es un horror de chiste, no estoy orgullosa, pero parece que ahora no se puede hablar de nada.
- Queda muy poco para poder verte en Loco Mundo...
Tengo muchas ganas. Siempre digo que Loco Mundo es la versión marca blanca del programa 'Ilustres Ignorantes'. Elegimos un tema y lo exprimimos al máximo, al filo de lo políticamente correcto. Estamos siempre a punto de liarla parda y que nos lleven al juzgado. En el primer programa hablamos sobre España, y le damos mucha cera.
- A qué tiene más miedo un humorista, ¿a una denuncia o al silencio?
A ninguna de las dos. Del silencio también se aprende y tengo la conciencia bastante tranquila.