«Vi que Prenda se llevaba las gafas sin pagar y yo hice lo mismo»
Expectación mediática en Donostia ante el juicio a tres miembros de 'La Manada' por el robo en una óptica dos días antes de la agresión sexual de Pamplona
javier peñalba
Miércoles, 11 de septiembre 2019, 12:10
Nunca antes un juicio por la sustracción de unas gafas de una óptica había despertado tanto interés mediático, al menos en San Sebastián. Con ... protagonistas distintos, el caso se habría solventado con un acuerdo entre las partes y la consiguiente condena de conformidad. Pero las circunstancias este miércoles no eran precisamente las habituales en esta clase de pleitos. La relevancia de los actores del hecho delictivo confirió al asunto una inusual trascendencia. Los acusados no eran unos desconocidos, sino tres de los cinco miembros de 'La Manada', condenados a 15 años de prisión por la violación grupal a una joven en los Sanfermines de 2016 en Pamplona, que aguardaban para ser juzgados por el hurto de unos anteojos en la capital guipuzcoana dos días antes de que consumasen la agresión sexual. Los acusados eran José Ángel Prenda, Ángel Boza y el exguardia civil Antonio Manuel Guerrero. Todos reconocieron haberse apropiado de un juego de lentes, aunque negaron que se hubiesen puesto de acuerdo para robar dichos elementos.
El interés de los medios de comunicación por el caso fue inusual. Media hora antes del comienzo de la sesión, cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas, en un número superior a una veintena, trataban de obtener las primeras imágenes y valoraciones del letrado Agustín Martínez, el mismo que representó a los encausados en el proceso por los hechos acontecidos en Pamplona. El abogado incluso fue requerido para entrar en directo en una cadena de televisión estatal. Ya dentro del Palacio de Justicia de la capital, la presencia del letrado de 'La Manada' atrajo también la atención de otros profesionales del Derecho que ejercen en San Sebastián.
Los investigados declararon desde cárceles de Cádiz, Granada y Sevilla, donde están recluidos
Tres o cinco gafas
El proceso que tanto interés ha despertado tiene su origen en unos hechos que tuvieron lugar el 5 de julio de 2016, dos días antes de que los cinco sevillanos violasen a la joven madrileña la madrugada de la festividad de San Fermín. Aquel día, Prenda, Boza y Guerrero accedieron a una óptica donostiarra de la que sustrajeron varias gafas.
Ninguno de los tres sevillanos se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la sala de vistas. Declararon a través de videoconferencia desde los centros penitenciarios en los que actualmente cumplen la pena por la violación grupal. Las imágenes de los encausados a través del circuito interno de televisión solo pudieron ser vistas por la magistrada que preside el proceso, la representante del ministerio fiscal, el letrado de la defensa y los dos agentes judiciales. El público presente en la sala tuvo que conformarse con escuchar sus manifestaciones por medio de una audición de una calidad pésima.
José Ángel Prenda declaró desde la cárcel de Puerto de Santamaría III, Ángel Boza desde la penitenciaría Albolote de Granada y el exguardia civil Antonio Manuel Guerrero desde la de Sevilla.
Los tres reconocieron haberse llevado las gafas sin haber abonado importe alguno. No obstante, rechazaron que hubiesen planificado de forma conjunta su acción. «Estábamos de paseo por San Sebastián, de turismo. Vimos que la óptica tenía una oferta y entramos. Yo cogí unas gafas, las metí en el bolso y me fui sin pagar», señaló Ángel Boza. Los otros dos acusados se manifestaron en términos similares. «Yo entré a la tienda porque Prenda tenía interés en comprar unas gafas que estaban de oferta. Vi que cogía unas y se iba sin pagar. Yo hice lo mismo», explicó Guerrero.
Diferencias con la óptica
En la vista testificó asimismo la titular del establecimiento, quien cifró en cinco las gafas que le fueron sustraídas y rechazó que fueran tres como mantiene la defensa. La dueña cuantificó en 865 euros el precio de los elementos que le fueron hurtados. Testigo y abogado mantuvieron un intercambio de opiniones un tanto ácido por el precio final de las gafas, que al letrado le pareció sobredimensionado. La titular de la óptica no ocultó su malestar ante las preguntas de la defensa que le exigía explicaciones sobre el porcentaje de recargo que aplicaba al precio del coste de las gafas.
El abogado acusó a la propietaria del negocio de «faltar a la verdad» y de haber desarrollado una «estrategia» que le llevó a presentar una denuncia «veintitantos» días después de los hechos, para que el seguro le abonara el importe de cinco gafas en lugar de tres.
El valor total de estos artículos tiene su importancia, ya que si el importe de lo sustraído excede de 400 euros, los acusados, que según la fiscal actuaron de manera premeditada y coordinada, se enfrentarían a una imputación por un delito de hurto, en tanto que si no supera dicha cifra solo podrían ser condenados por un «delito leve» de hurto, -lo que antiguamente era una falta- que se sustanciaría con una multa.
El ministerio público solicitó nueve meses de cárcel para Prenda y Boza, y rebajó su demanda hasta los seis meses de prisión para el exguardia civil. A este último le aplica la atenuante de reparación del daño causado, ya que devolvió el artículo sustraído al comercio.
Agustín Martínez, por su parte, demandó la «pena mínima» -una multa de 75 euros- y solicitó la aplicación también de la atenuante de «reparación del daño» para Prenda y Boza, después de que acreditara el ingreso en la cuenta judicial del importe de las gafas que robaron. Con anterioridad, el letrado había solicitado el sobreseimiento de la causa ya que, según afirmó, la Fiscalía formuló su escrito de calificación fuera de plazo.
La exposición de los informes del fiscal y la defensa puso fin a una vista en la que ninguno de los investigados hizo uso del derecho a la última palabra. La sentencia se conocerá en unas semanas y será dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 3 de San Sebastián.
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