Pocas codornices por la sequía
Miércoles, 31 de agosto 2022, 00:05
Como era previsible la desveda de la codorniz ha sido en general floja, no en vano la sequía supone para este pequeño y sensible animal ... su mayor dificultad. Sin embargo, no quiere esto decir, ni mucho menos, que sus poblaciones se hayan reducido, simplemente se han desplazado a otros lugares donde la temperatura es más llevadera. El estudio Coturnix elaborado por Mutuasport y las distintas federaciones territoriales ha demostrado fehacientemente que sus poblaciones están en progresión. En cuanto a las capturas, hay cazadores que a base de constancia, un buen perro y dominar el arte, curiosamente casi siempre hacen el cupo en cotos con tradición codornicera.
Sin prisas, cara el viento, cortando bien el terreno y a poder ser con el sol de espaldas. Son reglas de catón que no deben olvidar los cazadores de nuevo cuño. Misión imprescindible la de nuestro fiel compañero al que debe dársele tiempo para desarrollar su labor. Hay que tener mucho cuidado en no herir al perro con las codornices avispadas que buscan su defensa volando muy bajo para ir ocultándose en los obstáculos del terreno. Muchas veces los perros mal enseñados salen corriendo en pos de ella tratando de cogerla, cuando la muestra en corto insistentemente denotará la presencia de los pollos que pueden ser presa de los perros. Lo prudente sería coger el perro por el collar y retirarlo de la zona. A los que les cueste contenerse en el momento del disparo, conviene que cuenten hasta tres antes de doblar el dedo índice.
Para terminar, un consejo a los cazadores noveles de alguien que peina canas y ha visto alguna experiencia desagradable. Es siempre más seguro cazar la codorniz solo, intentando no acercarse en el transcurso de la jornada a ningún cazador. Todos sabemos que son muchos los lances que acontecen y que las codornices arrancan por cualquier lado con el peligro que conlleva a un compañero que no ha visto el lance. Para evitarlo nada mejor que en el momento del disparo situarse junto al perro en el momento que esté puesto, cerrándole la zona por la que no queremos que arranque.
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