La nueva ley de vivienda «eximirá» a los promotores de pedir la licencia de obra
El consejero Itxaso llama a las instituciones a colaborar para acelerar la ejecución de pisos. «Hay una crisis habitacional y debemos creerlo todos»
La Ley de Medidas Urgentes registrada el pasado martes por PNV y PSE en el Parlamento vasco a instancias del Gobierno para acelerar la construcción ... de vivienda protegida tiene entre sus principales objetivos el de reducir a «la mitad» la duración de los farragosos trámites administrativos previos a la obra, que pueden llegar a alargarse bastante más de dos años. Con ese objetivo se crea, por ejemplo, la figura del 'silencio administrativo positivo' que permitirá a los promotores seguir adelante con la burocracia si las administraciones agotan los plazos estipulados sin pronunciarse respecto al proyecto.
También se facultará a los consistorios de más de 7.000 habitantes a resolver las consultas ambientales, y se «eximirá» a los interesados de solicitar la correspondiente licencia de obra y de primera ocupación si la edificación cuenta con el plácet del ayuntamiento correspondiente. «La idea es darle ritmo a la construcción de vivienda porque tenemos unos procesos urbanísticos que son un auténtico vía crucis y necesitamos aligerar», resumió ayer el consejero del ramo Denis Itxaso.
Itxaso compareció en Vitoria junto a la plana mayor de su departamento para desgranar los puntos principales de la nueva norma de referencia para la ejecución de vivienda pública, que llega para «matizar» la Ley vasca del Suelo aprobada en 2006 y que, salvo giro de guion, quedará aprobada antes de que acabe el año. La mayoría que suman jeltzales y socialistas garantiza la tramitación, aunque el consejero de Vivienda emplazó a EH Bildu a sumarse al consenso.
El llamamiento se debe, principalmente, a que la coalición soberanista es la fuerza con mayor poder municipal en la comunidad, y buena parte de las medidas que pone sobre la mesa la nueva norma tendrán que aplicarlas -o no- los ayuntamientos. EH Bildu ya ha mostrado sus reticencias a una de ellas: la posibilidad de rebajar del 75% actual hasta un 60% el cupo de VPO que deben incluir las promociones privadas. Itxaso cree que estar en contra de esa «horquilla de flexibilidad» que busca reactivar proyectos que las constructoras tienen paralizados por falta de rentabilidad es «poco argumento» para oponerse a la nueva ley, e incluso instó a los alcaldes a que «si no es necesario» no realicen la rebaja.
«El Gobierno tiene prisa»
Entre las novedades también aparece la posibilidad de que los ayuntamientos aumenten hasta un 10% la edificabilidad de las parcelas sin la necesidad de modificar su planeamiento urbanístico y a destinar terrenos cuyo uso original es dotacional -esto es, para albergar centros educativos o instalaciones deportivas por ejemplo- a proyectos inmobiliarios si se considera que los otros servicios no son necesarios.
La norma nace, dijo Itxaso, como «respuesta inmediata a uno de los mayores retos sociales de Euskadi» y con el objetivo de «movilizar suelo público y privado». En ese sentido, el consejero de Vivienda proclamó que el Gobierno «tiene prisa», y llamó al resto de instituciones implicadas en el proceso a colaborar. «Si hay una emergencia habitacional nos lo tenemos que creer todos», aseguró.
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