«Soy neurólogo y esto es lo que nunca dejo hacer a mis hijos»

En la crianza surgen, a menudo, muchas dudas. Los primeros años de la infancia son difíciles y la responsabilidad de los padres es exigente y compleja. Nadie tiene una varita mágica, pero en el día a día hay cosas que se pueden evitar. Por eso, el doctor Baibing Chen, neurólogo de la Clínica Mayo y conocido por mostrar sus conocimientos a través de sus redes sociales con el usuario @doctor.bing, ha compartido tres consejos, entre ellas una cosa que no deja nunca hacer a sus hijos.

Se trata de un hábito que tiene estrictamente prohibido a sus vástagos y que explica en un vídeo en redes que acumula miles de reproducciones. Según señala, no se trata de ningún castigo, sino de velar por su salud, ya que son prácticas que «pueden afectar gravemente al cerebro o al sistema nervioso e, incluso, pueden provocar un ictus».

El especialista comienza contando que nunca deja que sus hijos corran con el cepillo de dientes en la boca. «He visto varios casos de niños que tropiezan y sufren lesiones graves. Cuando un niño se cae con un cepillo de dientes o cualquier objeto en la boca, puede penetrar la faringe y, en el ángulo correcto, puede lesionar la arteria carótida interna que corre justo detrás de ese espacio», argumenta. En casos graves, puede causar un ictus: «Esta arteria irriga el cerebro y, si se forma un coágulo o se desgarra, puede bloquear el flujo sanguíneo al cerebro y causar un ictus», añade.

Por otro lado, el doctor chino nunca les da un medicamento llamado Pepto Bismol, que es para problemas estomocales. «Aunque es seguro en dosis cortas, usarlo durante períodos prolongados o en dosis altas puede ser peligroso. Esto se debe a que el bismuto es un metal y, cuando se acumula en el cuerpo, puede llegar al cerebro, donde puede interferir con la comunicación entre las células cerebrales e incluso afectar la producción de energía», indica.

Por último, recomienda la vacuna del herpes zóster. «No ignoro las posibles complicaciones neurológicas de la culebrilla, especialmente cuando afecta la cara». En estos casos, el virus «puede viajar a través de los nervios e infectar las paredes de las arterias cerebrales, lo que causa vasculitis, que es la inflamación y el estrechamiento de los vasos sanguíneos».

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